Nuestro bebé crece día a día. Ya sostiene su cabeza solo, aparecen los primeros dientes y aprendió a sentarse. Es el momento de otro gran desafío: pasar de la alimentación únicamente con leche a la de alimentos sólidos. Para eso contará con su propio “trono”: la silla de comer.
Entonces aparece la pregunta ¿cuál es la mejor? la Sociedad de Pediatría estableció algunas recomendaciones:
1- Lo primero que hay que evaluar es la seguridad que brinda la silla. Debe contar con cinturón de seguridad al menos 3 puntos, con hebillas seguras, fáciles de operar para los adultos y a prueba de niños. Las patas deben separarse bien entre sí, para mayor estabilidad, y la estructura debe ser firme y liviana, además de contar con antideslizantes en la bas y si tiene ruedas, hay que inmovilizarlas.
2- Para disminuir las lesiones graves por caídas, es conveniente que la silla no sea muy alta. Si es de altura graduable, intentar mantenerla a la distancia más baja posible. Las bandejas desmontables o rebatibles deben contar con mecanismos seguros de fijación que impidan su desprendimiento o atrapamiento de partes del cuerpo del niño (dedos).
3- Material: debe ser seguro (sin puntos de atrapamiento de dedos, aristas, bordes afilados, materiales tóxicos, piezas pequeñas que puedan desprenderse).
4- Mantener la silla en buen estado de conservación e higiene.
Las sillas Carestino cuentan con un sistema de tapizado resistente. Según el modelo, el tapizado es desmontable y de fácil limpieza, ya que solo se precisa un paño húmedo.
Los asientos y respaldos son acolchados para garantizar la comodidad de su ocupante.
La bandeja ajustable en 3 posiciones está diseñada para que pueda removerse fácilmente. De este modo se puede sentar al bebe sin necesidad de hacer maniobras complicadas
La bandeja extraíble es fácil de lavar. Sus divisiones permiten mantener organizados los cubiertos, platos y vasos a la hora de comer.
La estructura de caño reforzada la vuelve por un lado liviana, pero por otro resistente.
Poseen un arnés de seguridad de 5 puntos con apertura y cierre de hebilla central, que sujeta la cadera del niño de manera rápida y segura. Además, cada arnés es regulable para lograr un ajuste cómodo y adecuado y evitar caídas. Para que la silla no sea solo funcional y segura sino también estética, Carestino sumó diseño a sus productos. Los modelos Neo y Estocolmo, se distinguen por su estilo nórdico escandinavo, un balance exacto entre practicidad y belleza.
Carestino, bebés felices.
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