El conocido niño del timbal, Cristian del Real, rememora muy poco de su niñez, la cual llama como normal. A pesar de que él es casi el único que piensa así, ya que al tocar en el Madison Square Garden, de Estados Unidos, a los cinco años junto a Tito Puente, uno de los grandes cantantes de la salsa, no le pasa a cualquiera.
Actualmente ya con 32 años, su vida es un poco diferente a la que el público asumía que tendría, quizás una vida de lujos. De niño lo llamaron “una promesa de la música” e, incluso, un “genio” y, en cierta parte, sí lo era. Cristian del Real nació en 1989 en Cartagena, empezó a tocar los timbales antes de incluso poder armar una frase.
¿CÓMO LE EMPEZÓ A GUSTAR LOS TIMBALES A CRISTIAN DEL REAL?
Su mamá, Lily Barreto, le dijo a un medio a través de una entrevista que él siempre tuvo la música en la sangre pues su papá, Víctor del Real, tenía un grupo de salsa que era llamado ‘El nene y sus traviesos’ y Cristian los escuchó ensayar en su casa desde que tuvo memoria. Es por ello que cuando el menor en aquel tiempo tocaba los timbales, los demás lo tomaban como un juego parte de su edad,
En la entrevista también recordó que cuando Cristian cumplió tres años de edad quería ir siempre a los ensayos de música de su padre, caso contrario se ponía a llorar. Usualmente, la respuesta era un no, pero hubo un día en que su llanto fue tal que Víctor decidió llevarlo a un concierto en Malambo, un municipio cerca a Cartagena. Allí comenzó la historia del ‘niño timbalero’.
¿CUÁL FUE LA OTRA PASIÓN DE CRISTIAN DEL REAL?
Con el tiempo de los años, Cristian creció y dejó de ser un niño, lo que lo hacía tan llamativo al público, pero también él mismo encontró una pasión: el piano que su padre por tantos años había tocado. Ya para el año 2008 ya estaba muy obsesionado con su estructura, las partituras, las diferentes formas de tocarlo y surgió en él una nueva pasión que lleva hasta la actualidad.
Cristian Del Real dejó el timbal de lado y para el momento que se graduó del colegio comenzó a buscar instituciones que le pudieran enseñar educación musical en el piano. Aunque no los encontró en Cartagena, ni en Barranquilla, donde le dijeron que no tenían el nivel de educación que necesitaría, sino en Bogotá, en la Universidad Juan N. Corpas Ahí estudió gracias a una beca del Concurso Nacional de Belleza.
La reconocida pianista, Pilar Leyva, se convirtió en su tutora y cuatro años después se graduó como Maestro en Música con Área Mayor en Piano.