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¿Cuántas veces hemos escuchado que “rendirse no es una opción”? Este es el caso de Luis, un hombre de 30 años que soñaba con ser médico, y utilizó el significado de las palabras mencionadas para cumplir su sueño. Tras 13 intentos y una década de esfuerzo, este personaje logró un puntaje de 1,390 en un examen de admisión de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM) y así empezó su historia en la Decana de América, demostrando que los sueños más anhelados pueden hacerse realidad.
¿QUÉ OBSTÁCULOS SE PRESENTARON EN LA VIDA DE LUIS PARA CUMPLIR SU SUEÑO DE ESTUDIAR EN SAN MARCOS?
El camino que tuvo que atravesar Luis hacia la educación superior estuvo marcada por diversos obstáculos que complicaron su ingreso a la universidad. Inicialmente, los inconvenientes familiares no le permitieron seguir una educación secundaria convencional, por lo que tuvo que optar por un sistema no escolarizado que le permitiera avanzar a su propio ritmo. Asimismo, los problemas económicos que atravesaba su familia limitaron sus posibilidades de acceder a la educación superior inmediatamente después de graduarse. La falta de recursos lo obligó a postergar su sueño de estudiar Medicina en una universidad pública, donde los costos eran más accesibles.
A pesar de las dificultades, Luis no se rindió y buscó alternativas para prepararse para el examen de admisión, utilizando libros y guías que conseguía por sus propios medios. Sin embargo, su vida daría un giro radical con la pérdida de su padre. Este suceso no solo lo impactó emocionalmente, sino que también lo obligó a asumir responsabilidades familiares, lo que lo llevó a pausar sus estudios y dedicarse a trabajar para apoyar a su familia.
¿CÓMO LOGRÓ LUIS ALCANZAR UNA VACANTE EN LA UNMSM?
A pesar de los obstáculos y retrocesos, Luis no se rindió y buscó activamente las herramientas necesarias para lograr su objetivo. Su inscripción en una academia de preparación fue un paso crucial, donde estuvo estudiando de manera intensa y exigente. La organización y disciplina fueron claves para optimizar su tiempo y asegurarse de cubrir todo el material necesario y alcanzar un puntaje de 1390 permitiendo su ingreso a la universidad.
La historia de Luis también nos enseña que la edad no es un factor determinante para alcanzar una meta, y que la pasión y el esfuerzo son los verdaderos motores del éxito. “La edad no define tus posibilidades, el esfuerzo sí. Nunca es tarde para cumplir tus sueños”, fueron las palabras del estudiante a través de una entrevista del Grupo Ciencias.
¿CÓMO FUE EL PRIMER INTENTO DE LUIS EN UN EXAMEN DE ADMISIÓN A LA UNMSM?
Con la perseverancia que caracteriza a Luis, su camino hacia la universidad estuvo marcado por dificultades y desilusiones. Pese a ello, en el año 2008, se presentó por primera vez al examen de admisión de la UNMSM, enfrentándose a una competencia desafiante. Aunque obtuvo un puntaje que lo ubicó en el puesto 33, no fue suficiente para alcanzar una de las codiciadas vacantes. Este primer obstáculo no solo puso a prueba su determinación, sino que también generó presión por parte de su familia, especialmente de sus padres, quienes lo instaron a considerar carreras técnicas que ofrecieran mayor estabilidad económica.
¿QUÉ OTRAS OPCIONES TUVO QUE CONSIDERAR LUIS PARA SEGUIR CONSTRUYENDO SU FUTURO PROFESIONAL?
Luis consideró otras opciones además de la Medicina. En primer lugar, intentó ingresar a la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI), donde fue admitido en la carrera de Mecánica Eléctrica. Sin embargo, su verdadera vocación siempre fue la Medicina, por lo que decidió abandonar esta carrera y seguir buscando su camino. Años después, tuvo la oportunidad de matricularse en la Universidad Peruana Cayetano Heredia (UPCH), una institución privada que es bastante reconocida por su excelencia académica. Allí, avanzó hasta el octavo ciclo de la carrera, pero los altos costos de la matrícula y la acumulación de una deuda de 10 mil soles lo obligaron a interrumpir sus estudios una vez más, según recoge Infobae Perú.
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