Autos clásicos vs autos históricos: no son simples vehículos antiguos [características y diferencias]

De forma curiosa, en la era de los autos eléctricos, los vehículos a combustión están cobrando una relevancia notoria. Cada vez son más las personas que registran vehículos como clásicos o históricos. Y aunque se puede creer que son unidades “simplemente” antiguas, se trata de dos tipos de modelos diferentes, uno más relevante que el otro.

Un auto clásico no es un simple vehículo viejo. Tiene que tener una antigüedad de 25 años y tener un estado de conservación “muy bueno”. Esto es así cuando sus dueños lo han mantenido en condiciones óptimas, sin grandes siniestros y al día con sus visitas al taller. Además de tener otro automóvil que se emplee en el día a día y no el “clásico”.

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Mientras que los autos históricos cumplen con requisitos aún más exigentes. Suelen ser unidades con una historia superior a los 30 años de circulación. Como es evidente, tiene que estar en buenas condiciones, y que mantenga sus piezas originales, sin modificaciones a lo largo de su vida.

A la vez de conservar su formato original en la carrocería, sus características técnicas y componentes principales deben ser los de fábrica. Esto quiere decir conservar desde siempre su motor, frenos, dirección, suspensión y la ya mencionada carrocería.

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Además, el modelo tiene que ser uno que ya haya sido descontinuado, como un Volkswagen Beetle, por ejemplo. Y al igual que con los clásicos, el dueño debe tener otra unidad para el uso cotidiano.

El sitio Autobild apunta que esto puede variar de país en país. Hay mercados que catalogan a ciertos modelos de autos como patrimonios históricos, bienes de interés cultural y hasta especiales por relevancia de su propietario o ser parte de un acontecimiento trascendental. A la vez de ser considerados piezas de colección.

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En Perú existe la certificación de vehículos de colección. Estos son clásicos en buenas condiciones registrados por la Dirección General de Transporte Terrestre, con una antigüedad mayor a 35 años desde su primera matriculación o año de fabricación y conservado.

Estos autos se clasifican según su tipo y estado de conservación. Esta distinción se hace según las piezas originales que conserva, las modificaciones que recibió y características históricas del modelo en cuestión. Así, pueden ser considerados modelos tanto clásicos como históricos.