El Subaru WRX 2014 fue una de las grandes novedades que nos dejó el último Salón de Los Ángeles. En cuanto al diseño, este presenta rejilla octagonal de mayores dimensiones que la generación anterior y una entrada de aire en el capot para el motor turbocargado. Lo estilizado de las luces aumenta su imagen amenazadora, ahora una pulgada más ancha y más larga. Los paneles de la puerta delantera son el único recuerdo del anterior Impreza, abriendo paso a una carrocería totalmente nueva, en la que no hay cabida para un alerón posterior. La principal novedad del nuevo WRX la notamos en el retorno a una cilindrada de 2 litros –el motor 2.0 Turbo lo equipó desde 1992-2005 (desde el 2006 fue un 2.5T)- pero equipado con inyección directa y turbocargada derivado de la Forester 2.0XT del 2014. La marca declara 268 HP (5.600 rpm) y 35,6 kg.m (4.800 rpm) de torque enviados a las cuatro ruedas. Va de 0 a 100 km/h en solo 5,4 segundos con su nueva transmisión de seis relaciones, mientras que con una CVT (desarrollada por Subaru para atender a la gran demanda de este sistema) llega de 0 a 100km/h en 5,9 segundos. Otra área donde se trabajó mucho fue en el interior. Los materiales de tacto duro han sido reemplazados por unos más suaves, de mayor calidad y que por su fabricación disminuyen el ruido que penetra en la cabina. Al frente del conductor, un timón de base achatada sorprende por su ergonomía y se muestra en sintonía con un tablero de líneas modernas que incluye una pantalla de 3,5 pulgadas en la parte superior donde muestra la presión del turbo, entre otros indicadores. El techo ahora es negro y brinda una sensación más deportiva, que se incrementa gracias a los asientos abutacados, de gran soporte lateral que no sacrifica comodidad. Foto: Subaru