Equipados con sensores que advierten al conductor de posibles colisiones, o radares y cámaras de asistencia que emiten alertas al momento de estacionar, cada vez es más habitual que los últimos modelos de autos incorporen diversos dispositivos y equipamientos electrónicos. Algunas de estas prestaciones brindan una mayor seguridad, y otros son un buen complemento para mejorar la experiencia de manejo.
De una forma u otra, estas funciones suelen estar disponibles incluso en los modelos de base y ya forman parte de la enorme lista de potenciales gastos que deben enfrentar los dueños de estos modernos vehículos. Según la Asociación Americana de Automóviles (AAA) los sistemas de asistencia avanzada al conductor (ADAS) emplean una serie de sensores que, ante un daño o falla, requieren de un reemplazo y calibración cuyos gastos pueden alcanzar los 3000 dólares.
Ante un choque, la reparación de un auto con más componentes electrónicos puede costar incluso el doble que otro modelo que no cuenta con estos sistemas. De esta forma, reemplazar el paragolpes delantero puede costar 1300 dólares adicionales si se debe reponer el sistema de radares delanteros. O un parabrisas que dispone de cámaras y sensores de asistencia al manejo puede costar 1900 dólares, mientras que la reposición en un coche sin estos sensores puede costar solo 210 dólares.
“Los sistemas avanzados de seguridad son cada vez más habituales en el equipamiento estándar de los vehículos. Es vital que los conductores puedan entender qué tecnología dispone su auto, cómo funciona y determinar cuál es el costo de la reparación ante un desperfecto”, dijo John Nielsen, director del sector de ingeniería y reparaciones de autos de la AAA.
(Fuente: La Nación / Argentina /GDA)