Todos sabemos que las carreras de aceleración pueden traer consecuencias como la pérdida de control debido a la velocidad alcanzada. Sin embargo, pocos esperaban lo que vivió este piloto en el circuito estadounidense Tusla Raceway Park.
Durante el evento Radial Revenge, Daniel Pharris aceleró a fondo su Corvette de doble turbo y 4.000 HP para tratar de vencer a Brandon Pesz. Sin embargo, la nariz del vehículo se elevó varios metros sobre el suelo hasta caer en el carril de su contrincante.
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Afortunadamente, el piloto de este Corvette y su rival salieron ilesos, aunque estamos seguros que harán alguna modificación para no llegar a la luna en una próxima oportunidad.