Antes que nada, hay que tener en cuenta que mientras mejor sea la calidad de la gasolina y mayor sea el número de octano, entonces el combustible tendrá mayor poder calorífico.
Esto quiere decir que se puede extraer mayor energía por unidad de volumen de este, por lo que mientras mejor sea la calidad podremos aprovechar mejor la potencia extraíble y el auto tendrá un mejor comportamiento.
Sin embargo existen ciertas limitaciones, como la relación de compresión o el sistema de inyección, que limitarán la energía extraíble al combustible.
Lo mejor es consultar al concesionario oficial de la marca o un taller de confianza sobre el mejor combustible para el auto, pues utilizar uno de mayor octanaje que lo recomendado no tendrá mayores beneficios y sin embargo resultará en un mayor costo.