Según la Fundación de Víctimas del Terrorismo, la banda terrorista ETA mató a 856 personas en España durante casi cuarenta años de actividad criminal. Aunque la cifra resulta menor si comparamos dicho periodo histórico con otros de violencia en regiones de, por ejemplo, Sudamérica, para nada esto relativiza el dolor que vivieron cientos de familias españolas, principalmente las residentes en la zona conocida como el País Vasco.
MIRA: “Venom: Carnage Liberado”: nuestra crítica a lo nuevo del Universo Spiderman
Fue en este espacio geográfico que en el año 1959 surgiría Euskadi Ta Askatasuna (en castellano Euskadi y Libertad), un grupo fuertemente ideológico cuyo fin era socavar los cimientos del Estado español. Aunque inicialmente sus acciones fueron esporádicas y no iban más allá de pintas en paredes de acceso público, el nivel de violencia perpetrado por este grupo fue in crescendo, enfocándose en aquellas personas que “representaban” a ese aparato estatal que les impedía la ansiada independencia.
Cualquier agrupación que tenga detrás un equipo humano, conlleve desplazamientos y utilice armamento, requiere de financiamiento. ¿Cómo se financiaba ETA? Amenazando a empresarios vascos para que den una cuota monetaria que, de un momento a otro podía incrementarse. El rechazo a este ‘impuesto revolucionario’ conllevaba amenazas y atentados con resultados ya conocidos.
Tomando como base este periodo histórico, en 2016 el escritor español Fernando Aramburu publicó una novela titulada “Patria”. La historia, de alrededor de 700 páginas de extensión, se convirtió en un mega éxito editorial, vendiendo más de 800 mil ejemplares en todo el mundo y logrando múltiples traducciones. Fue así como, un año después se anunció lo que todos esperaban: una adaptación del libro a la pantalla chica. En este caso, el trabajo estuvo a cargo de Aitor Gabilondo.
Una serie conmovedora
El argumento de la serie iba más o menos de la siguiente manera: Tras conocerse durante décadas y compartir algunos de los momentos más especiales de su existencia, dos familias vascas de clase media ven su destino común afectado severamente cuando el hijo mayor de una, Joxe Mari (Jon Olivares), decide ingresar a la organización para, según él mismo dice, lograr la ansiada independencia de Euskal Herria, territorio vasco plagado de particularidades culturales y simbólicas, pero también notoriamente afectado por un nacionalismo cerrado e intransigente.
El punto es que “Patria” no es solo la aventura ideológica de Joxe Mari y sus lamentables consecuencias. La serie es un ambicioso conjunto de micro historias capaces de conmover, pero sobre todo de interpelarnos de cara a nuestros más profundos sentimientos.
Joxe Mari es hijo de Miren (Ane Gabarain) y Joxian (Mikel Laskurain). Ella, una madre vasca de creencias innegociables. Él un humilde obrero que termina sobrepasado por los arrebatos de su esposa y la juventud de sus tres hijos (además de Joxe Mari están Arantxa, interpretado notablemente por Loreto Mauleón y Gorka, bajo le actuación de Eneko Sagardoy). Del otro lado se encuentra la familia que encabezan Bittori (Elena Irureta, la mejor actuación en la serie), su esposo Txato (José Ramón Soriz), y sus dos hijos, Nerea (Susana Abaitua) y Xabier (Iñiro Aranbarri). Vale decir que de las dos familias que protagonizan la serie de HBO Max, esta última tiene una situación económica algo más cómoda. Esto gracias a la empresa de transportes que maneja Txato.
Al ser casi en su totalidad personajes de edad cercanas, el argumento de “Patria” se sostiene en el vínculo fraterno entre, por ejemplo, los padres de familia: Txato y Joxian, unidos por un amor a pasear bicicleta y con infinitas charlas al interior del bar del barrio. También Bittori es una entrañable amiga de Miren. Ambas toman café, conversan y se cuentan sus secretos. Por último, los hijos de ambas familias también mantienen una relación de amistad bastante especial.
Todo esto, sin embargo, se ve paralizado cuando Joxe Mari ingresa a ETA y abandona el seno familiar. Aunque su madre celebra la decisión de su hijo por considerarla casi ‘heroica’, nadie más en casa lo respalda. “Patria” plantea entonces tres tipos de personaje: el primero, como los dos ya descritos, ultra seguidores del nacionalismo e independencia vasca, sin mediar todo aquello que la “lucha” conlleve (muertes inclusive). El segundo es de personajes que, aunque respetan y creen en la cultura vasca, no justifican ningún tipo de acción que conlleve violencia. Por último, están los personajes que rechazan a todas luces el nacionalismo y esperan que, aquel que comete un delito en el nombre de lo que sea, pague por sus culpas.
Resulta lógico imaginar que para el responsable de la adaptación del libro de Aramburu fue un reto mayor hacerlo para una serie de solo ocho capítulos. ¿Qué incluir y qué dejar fuera? Por lo pronto, en la serie vemos un puñado de personajes sumamente logrados. Una Bittori que pasa del rencor a la conmiseración por los responsables del crimen de su esposo. Una Miren incapaz de admitir errores o excesos. Un Joxian que desde sus silencios dice mucho. Y además de todos estos, no podríamos dejar de lado el personaje de Arantxa, una mujer de buenos sentimientos que de la noche a la mañana sufre un percance de salud que le cambiará la vida.
“Patria” se sostiene no solo en la revisión de un periodo histórico que enfrentó a españoles durante más de cuarenta años. Sus cimientos son también los universos personales de mujeres como Arantxa, que aun a pesar de su discapacidad, intenta de todas las formas posibles mediar para que dos familias separadas por un hecho violento se perdonen.
Si hablamos de las particularidades de la narración de “Patria”, no podemos dejar de lado sus permanentes saltos temporales. Hay una clara intención por mantener en vilo a los televidentes, explicando desde imágenes ‘del pasado’ no solo actitudes, sino decisiones de muchos de sus personajes. La serie de HBO Max, sin embargo, tampoco es perfecta. En su intento por delinear a casi todos sus protagonistas, recae en situaciones que lucen ciertamente intrascendentes. Un ejemplo de esto último puede bien ser cómo, para explicar las consecuencias que tuvo en Nerea el asesinato de su padre, la exponen como una chica de bajo autoestima que termina perdiendo la cabeza por el primer tipo que se le acerca. A esto podemos sumarle personajes que resultan algo débiles y/o vacíos, pese a que comparten varios minutos con los protagonistas.
Balance final
Nada de esto último, sin embargo, puede desmerecer la fuerza argumental y el notable trabajo artístico de un elenco como el de “Patria”. Para terminar, en más de una ocasión Bittori dice “no guardar rencor ni odio” hacia el hombre que le quitó la vida a su compañero de vida. Pensamos que el gran logro de esta serie es que, más allá del dolor y el horror del que hemos sido testigos a lo largo de ocho capítulos, su perdón nos luce poderosamente honesto.
LA FICHA:
Sinopsis: Basada en la novela de Fernando Aramburu, esta serie original de HBO sigue a dos familias divididas por el conflicto separatista en el País Vasco. El día en que ETA anuncia el cese de armas, Bittori decide regresar al pueblo donde su marido, Txato, fue asesinado por los terroristas. ¿Pero habrá lugar para el perdón en una comunidad arrasada por el fanatismo político?
Plataforma: HBO Max
Temporada: 1 (8 capítulos)
Duración: 1 hora por capítulo (aproximadamente)
Clasificación: +18.