“Navidad de golpe”: la magia de Lindsay Lohan rescata un guion mediocre | RESEÑA

Que quede claro algo: difícilmente cambie tu opinión sobre el nivel de actuación de Lindsay Lohan luego de ver “Navidad de golpe”, su más reciente película en Netflix. Lo decimos para bien o para mal. La cinta de una hora y media de duración es una de las apuestas de la cadena de streaming para cerrar un año complejo en el que sintió a sus competidores (Disney y sus filiales, fundamentalmente) respirarle muy de cerca en la guerra por ganar sunoscriptores en todo el mundo.

Una de las armas para competir en esta multimillonaria lucha es, sin duda, presentar un rostro absolutamente conocido, capaz de atraer audiencia en distintas latitudes. Esta jugada, sin embargo, conlleva una serie de riesgos, como --por ejemplo-- colocar al o la protagonista por encima de un buen guion, o por lo menos de uno medianamente convincente. Este bien podría ser el caso de la cinta que intentaremos comentar a continuación.

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Dirigida por Janeen Damian, “Navidad de golpe” presenta la historia de Sierra (Lindsay Lohan), la consentida hija del magnate hotelero Beauregard Belmont (Jack Wagner) a poco de asumir el puesto de Vicepresidenta de Atmósfera, algo que –según ella misma admite—es una estrategia de su papá para mantenerla cerca, consciente tal vez de que su única heredera no ha podido superar todavía la temprana pérdida de su mamá.

Mientras se alista para este ‘giro’ (las comillas simples no son en vano) en su vida, Sierra lleva una rara relación sentimental con Tad Fairchild (George Young), un famoso influencer que intenta plasmar en sus cuentas de redes sociales hasta lo que desayuna. Aunque superficial a borbotones, este personaje cree estar enamorado profundamente de nuestra protagonista, por lo que decide proponerle matrimonio de una forma especial. Aquí ocurre el accidente que ocasiona que Sierra olvide por completo quien es, pero, sobre todo, que conozca al tercero en discordia: Jake Russell (Chord Overstreet), un muchacho de cabello rubio y ojos claros que, mientras administra una humilde, pero emblemático alojamiento ubicado en Summit Springs, busca sostener a su hija, la huérfana Avy (Olivia Pérez) y su suegra, Alejandra (A. Flores).

Hasta aquí hemos descrito a los personajes principales de “Navidad de golpe”. La película está claramente dividida en dos partes. Antes y después del accidente (20 y 70 minutos, respectivamente). Si algo queda claro es que esta primera sección es –más allá de la presentación de los tres personajes principales—prescindible. Ninguna preocupación por ahondar en la relación entre Sierra y Tad, y tampoco en mostrar, desde el otro extremo de la historia, las debilidades de Jake siendo ‘padre y madre’ para su menor hija.

Acogida en la humilde posada Estrella del Norte, Sierra se percata paso a paso de que conoce poco o nada sobre la vida. Es cuando la protagonista intenta tender su cama, limpiar un inodoro o lavar ropa en lavadora y fracasa, que Lindsay Lohan despliega su habilidad natural para el humor. Esta especie de sketchs se tornan tal vez muy breves, pero permiten darle aire a una incipiente historia de amor entre un esforzado viudo y una despistada chica que no recuerda ni su nombre.

Para aquellos que han seguido más o menos de cerca la carrera de Lindsay Lohan (y sintieron el frenazo hace casi una década tras diversos problemas personales), encontrar coincidencias entre la Sierra de “Navidad de golpe” y los roles que la actriz de 36 años de edad tuvo en cintas como “Confesiones de una típica adolescente”, “Viernes de locos”, “Chicas pesadas” y –mucho más atrás— “Juego de gemelas” será algo relativamente fácil.

Una de las debilidades evidentes en esta película de Netflix es el rol de Tad, quien tras el accidente termina cuatro días “sobreviviendo” gracias a la ayuda de un humilde habitante de la zona. Así pues, mientras vemos cómo Sierra y Jake empiezan a ‘hacer click’ para alegría de Avy y Alejandra, el filme intercala pequeños momentos del influencer sufriendo al conocer la vida más allá de los lujos que comparte en Instagram. Lejos de hacernos reír, este recurso de exponerlo reiteradamente a penurias se convierte en un traspié descomunal.

Hay otro detalle que afecta a “Navidad de golpe” en cuanto a la verosimilitud que se espera no de una obra maestra del cine, sino de una propuesta que al menos cumpla con lo mínimo. Sierra y Tad se pierden durante 96 horas ¡y nadie los busca! En esta línea, cuando el magnate Beauregard Belmont regresa de su viaje y pide ver a su hija, su reacción al enterarse que desapareció parece una burla a la inteligencia de los televidentes.

Más allá de todo lo mencionado en las últimas líneas, la nueva película de Lindsay Lohan también tiene fortalezas. Fortalezas en su género, claro está: una comedia romántica con espíritu navideño. La locación elegida (nieve de fondo, una posada tan vieja como encantadora), los añadidos externos, como el hermoso caballo llamado Baltazar jalando un trineo, es todo lo que uno necesita si desea pasarla bien durante 90 minutos.

Sobre la historia de amor entre Sierra y Jack el balance es también correcto. A pocos años de cumplir 40, Lindsay Lohan conserva el don de transmitir las sensaciones más nobles en la pantalla. Ocurre, por ejemplo, cuando le enseña a Avy (la hija de Jack) a peinar correctamente su cabello (“Mi mamá siempre decía que los peores nudos se desenredan solos si les das un poquito de ayuda”), o cuando es capaz de recordar (como mágicamente) a su madre solo viendo de cerca una bola de cristal musical. “Navidad de golpe” está plagada de momentos de este tipo y en ningún caso estos parecen sobrar.

Desde el lado de Jake, aunque a ratos eclipsado por la fuerza de una co-protagonista como Lohan, Chord Overstreet pasa satisfactoriamente la prueba asumida. El actor de 33 años muestra una evidente evolución si tomamos en cuenta su trabajo como Sam Evans en las últimas temporadas de la aclamada “Glee”. Mejor dicción y ahorro en lo gestual propician que su papel de viudo desconfiado ante la aparición de un nuevo amor resulte convincente.

En el balance final, “Navidad de golpe” es un típico ‘blockbuster’ de temporada navideña. Su argumento es débil, pero negarle su capacidad para conmover en momentos claves de la trama sería injusto. Apenas un día después de su estreno, la película ya lideraba el ránking de lo más visto en Netflix. Bajo ese parámetro, el objetivo está cumplido. Ahora, si el filme pasará a ser uno de los grandes productos navideños ‘Made in Hollywood’, la respuesta va por el camino opuesto.