
Edward Berger nos entrega con “Cónclave” una obra cinematográfica que equilibra el suspenso de un thriller político con el peso dramático de una historia sobre fe, poder y corrupción. Basada en la novela homónima de Robert Harris, la película nos transporta a las entrañas del Vaticano, donde la elección del nuevo Papa se convierte en un escenario de tensiones, conspiraciones y sorpresas inesperadas.
En Saltar Intro de El Comercio te contamos qué nos pareció “Cónclave” y qué es lo principal a resaltar.
La Trama: un proceso de elección convertido en una batalla
La historia arranca con la muerte del Papa, lo que desencadena el inicio del Cónclave, un evento secreto en el que los cardenales de la Iglesia Católica deben elegir al sucesor. En el centro de esta historia está el Cardenal Thomas Lawrence, interpretado con maestría por Ralph Fiennes, quien como decano del Colegio de Cardenales se ve obligado a supervisar el proceso. Lo que debería ser un procedimiento sagrado y solemne pronto se convierte en un juego de estrategias políticas, alianzas ocultas y revelaciones impactantes.
Los cardenales participantes representan diversas facciones dentro de la Iglesia: está el progresista Bellini (Stanley Tucci), el reaccionario Tedesco (Sergio Castellitto) y el pragmático Tremblay (John Lithgow), entre otros. Pero el verdadero foco de tensión es la misteriosa elección de un cardenal inesperado que podría alterar el equilibrio de poder dentro del Vaticano.
Ralph Fiennes: un actor en estado de gracia
Si hay algo que eleva “Cónclave” a un nivel superior es la interpretación de Ralph Fiennes. Su Cardenal Lawrence es un hombre atormentado, atrapado entre su devoción religiosa y la corrupción institucional que lo rodea. Fiennes nos regala una actuación contenida pero profundamente expresiva, donde cada gesto y cada mirada transmiten el peso del conflicto interno de su personaje. Su rostro se convierte en un reflejo de la angustia moral que enfrenta: ¿Debe aceptar el destino que parece empujarlo al papado o luchar por exponer la verdad?
El actor británico, conocido por su habilidad para interpretar personajes complejos y cargados de emociones, encuentra en Lawrence un rol hecho a su medida. Su actuación logra que el público se involucre en su dilema, convirtiéndolo en una figura trágica y heroica a la vez.
Una dirección que atrapa y un guion de alta calidad
Edward Berger, director de “Sin Novedad en el Frente”, demuestra una vez más su capacidad para crear atmósferas tensas y envolventes. La película mantiene un ritmo pausado pero cargado de tensión, con escenas que evocan una sensación claustrofóbica dentro de los muros del Vaticano. Cada plano, cada sombra y cada mirada contribuyen a la sensación de que algo oscuro está en juego.
El guion de Peter Straughan, quien ya ha adaptado con éxito otras novelas al cine, logra captar la esencia del libro de Harris, combinando fidelidad a la obra original con un sentido cinematográfico que intensifica la narrativa. A pesar de estar ambientada en un contexto religioso, la película no requiere conocimientos previos sobre el catolicismo para ser comprendida y disfrutada.
Un reparto de lujo
Aunque Ralph Fiennes es el alma de “Cónclave”, el elenco de reparto también brilla con luz propia. Stanley Tucci interpreta con elegancia y carisma al cardenal Bellini, mientras que John Lithgow aporta matices intrigantes a su personaje. Sergio Castellitto, Lucian Msamati y Carlos Diehz también ofrecen actuaciones memorables, construyendo un conjunto coral de gran nivel.
Mención especial merece Isabella Rossellini como la Hermana Agnes, un personaje clave que, a pesar de no pertenecer al círculo de los cardenales, tiene un papel determinante en el desarrollo de la trama. Su presencia en pantalla es magnética, aportando un elemento de misterio y sabiduría al relato.
La estética y la cinematografía: un vaticano sombrío y majestuoso
La película destaca también por su impecable dirección de arte y cinematografía. La recreación del Vaticano, con sus imponentes cúpulas y oscuros pasillos, transmite la grandeza y el peso histórico de la institución. La iluminación tenue y los tonos fríos refuerzan la sensación de opresión y secreto que envuelve toda la historia.
El diseño de producción de Suzie Davies y la fotografía de Stéphane Fontaine son fundamentales para la atmósfera del film, logrando que la película se sienta a la vez atemporal y contemporánea.
Reflexiones sobre el poder y la fe
Más allá del suspenso y la intriga, “Cónclave” plantea una reflexión profunda sobre el poder y la fe. La película cuestiona hasta qué punto la religión puede mantenerse pura dentro de una institución donde la política juega un papel tan importante. A través del personaje de Lawrence, el film explora el dilema entre seguir los dictados de la conciencia o ceder ante las presiones del sistema.
Conclusión: un thriller elegante e hipnótico
“Cónclave” es una película que logra convertir un proceso burocrático en un thriller absorbente y lleno de matices. La dirección de Berger, el guion de Straughan y la actuación magistral de Ralph Fiennes crean una experiencia cinematográfica que atrapa desde el primer minuto y mantiene el interés hasta el final. Con una combinación de drama, suspenso y reflexión filosófica, esta es una película que no solo entretiene, sino que también deja preguntas abiertas sobre la naturaleza del poder y la fe.
Definitivamente, una de las mejores interpretaciones de Fiennes y una de las películas más intrigantes del año.
“Cónclave” se estrena este jueves 30 de enero en Perú.
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