Pablo (Martín Piroyansky) y Ramón (Nacho Saralegui) son dos amigos treintañeros que tienen como pasatiempo ver pornografía en la sala de la casa del segundo mientras comen helados de distintos sabores. Lejos de comentar perversamente lo que emite el TV, ambos se centran en detalles como la edad o la nacionalidad de los actores. De pronto, una tarde cualquiera ocurre un apagón. Así deciden ir (como nunca) a tomarse algo al bar de la cuadra. Se trata del establecimiento preferido de los taxistas en un barrio de clase media en Buenos Aires.
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Esa misma noche, Ceci –una joven estafadora tan risueña como astuta—intentaba huir de una de las mesas del bar al que Ramón y Pablo entraron. Huía porque fue descubierta intentando robarle el trago a un taxista ebrio que cayó dormido sobre su mesa. Al escapar, ella le pidió a la pareja de chicos que finjan ser sus “amigos”. Ambos aceptan y le salvan el pellejo. Nada haría presagiar que este pequeño acto de complicidad haría que se inicie una amistad absolutamente genial.
Hasta aquí hemos descrito las primeras escenas de “Porno y helado”, la nueva comedia argentina con la que Amazon Prime Video busca cautivar al público joven y adulto de su plataforma. Dirigida por Martín Piroyansky, estamos ante una propuesta sumamente entusiasta, que tiene en la variedad de temas su principal fortaleza. A continuación, intentaremos analizar de forma resumida esta alternativa en tiempos de millenials y cancelaciones.
Solo un par de minutos después de que la amistad entre Pablo, Ramón y Ceci dé sus primeros pasos, Nacho (Eliseo Barrionuevo) un excompañero de Pablo que fue víctima de bullying en la escuela, aparece en escena convertido en un ‘ganador’ músico. Al acercarse a dialogar con el personaje interpretado por Piroyansky, este último presenta a sus amigos como “una banda”, motivando que Nacho los invite a tocar el próximo fin de semana. Lejos de retroceder y aclarar el malentendido, Ceci agranda la bola de nieve aceptando el reto. “Soy la mánager”, dice.
El giro inicial en “Porno y helado” nos dice que, aunque muchos (por no decir todos) los jóvenes sueñan con la banda de rock propia, componer un tema que los haga famosos y vender muchos discos, ciertamente Pablo y Ramón no. Pero más que eso, la dupla no sabe tocar ni la flauta. Sin embargo, debido a que Ramón (diseñado como un introvertido y noble joven) trabaja part-time en una gigante ferretería y Pablo (ni estudia ni trabaja) tienen mucho tiempo libre, ambos aceptan seguir la alucinada idea de Ceci, quien rápidamente toma el mando en este tridente de personalidades particulares y los bautiza como Los Débiles Mentales.
"'Porno y helado' tiene sus mejores momentos cuando Ramón y Pablo deben resolver los problemas en los que terminan metidos".
Aquí resulta necesario hablar un poco más en detalle sobre las personalidades de Ceci, Pablo y Ramón. La primera, como ya lo dijimos líneas arriba, es una estafadora que vive preocupada por el dinero que no tiene. Es ‘roomate’ en una casa donde la amenazaron con echarla si no paga las cuotas pendientes. Allí vive junto a una uruguaya y a un venezolano. Sí, la serie de Prime Video resulta absolutamente vigente si de migrantes hablamos. En este ambiente tan complejo, Ceci debe liderar a esta ‘banda’ de no-músicos para presentarse en el anunciado show.
En otro lado podemos decir que se ubican Pablo y Ramón, quienes representan, digamos, las llamadas ‘nuevas masculinidades’. Estos desaliñados treintañeros parecen sufrir de todo excepto machismo. En su ambiente está absolutamente permitido dejar fluir cualquier tipo de sentimientos, siempre y cuando sean honestos. Así pues, sentir celos porque tu amigo hizo un nuevo amigo, pero sobre todo evidenciarlo, resulta natural. Todo esto deja de ser implícito cuando, en una parte de la trama alguien cuestiona: ¿Qué es la masculinidad después de todo? En medio de todo esto, otro detalle que resulta innegable es la química entre Piroyansky y Saralegui.
Precisamente esto último – y ya volviendo al análisis de la trama—sirve para comentar lo mejor de la serie de Prime Video. “Porno y helado” tiene sus mejores momentos cuando Ramón y Pablo deben resolver los problemas en los que terminan metidos. Como ya dijimos, al ser ambos no-músicos, empiezan todo de cero: ver tutoriales, comprar instrumentos, aprender a usarlos, intentar componer canciones, buscar escuelas de música, conseguir bateristas y bajistas, etc. Cada uno de esos momentos resulta absolutamente divertido porque la dupla funciona.
Ahora, ¿dónde radican entonces las debilidades de la serie? Queda claro que la historia pudo tener dos capítulos menos y ser igual de buena. La aparición del padre de Ceci, las idas y vueltas con sus compañeros de casa y el uso una prenda de vestir como pieza que representa el “éxito” social puede funcionar al inicio, pero con el transcurrir de los episodios termina convirtiéndose en algo que pierde su efecto. Asimismo, la participación de Pablo (definitivamente con mayor tiempo que Ceci y Ramón en pantallas) corre el riesgo de agotar si se le expone cantando, monologando, renegando, tocando la guitarra y componiendo de forma repetitiva.
Mención aparte merece el rol de Morandi, una actriz argentina que en el papel de Ceci confirma de forma internacional sus dotes artísticos. Como dijimos líneas arriba, es su personaje el que toma la batuta de una banda que nació muerta, pero que con su energía y atrevimiento resucita hasta convertirse en una inesperada revelación, digna de las mejores fiestas de quince años. Pero su personaje no es todo fortaleza. Hay un espacio para los tonos grises, las debilidades y los momentos de honestidad que, como buena artista, Morandi desarrolla siempre con solvencia.
Por supuesto que “Porno y helado” está lleno de pequeños detalles que le dan respiro a la trama de dos chicos formando su banda. Desde la presencia de Susana Giménez –interpretando a una millonaria cuyo fetiche son los productos que vende la tienda de departamento donde trabaja Ramón--, pasando por toques políticos (sin aludir directamente a personajes reconocidos), un episodio con toques de thriller, hasta un bien trabajado intento por reírse de tragedias personales en tiempos de redes sociales (como cuando Ceci conoce en una fiesta a un tipo ‘cancelado’ años atrás, al que ya nadie le habla). Cada uno de estos elementos terminan siendo un cocktail propio de una comedia que vale la pena ver más allá de las debilidades arriba descritas.
LA FICHA:
Sinopsis: “Porno y helado” cuenta la historia de Pablo y Ramón, dos treintañeros que, junto a Ceci, una joven estafadora, fingen tener una banda de rock. La mentira saldrá de control hasta hacerse realidad, pero los obstáculos en el camino pondrán en peligro su proyecto. Finalmente se darán cuenta que su amistad es lo más importante.
Título original: “Porno y helado”
Duración: 8 episodios
Clasificación: +16 años
Género: Comedia
Calificación: ★★★★
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