El mircoles cerca de 300 personas de varios colectivos ciudadanos marcharon por la emblemtica avenida Arequipa para pedir a la municipalidad que d a conocer los derroteros del futuro urbano de Lima. Nadie puede estar en desacuerdo con ello. A falta de partidos respetados, con congresistas por Lima que no mueven un dedo por la capital, y un municipio poco dialogante, la sociedad civil busca canales no viciados de participacin. Sin embargo, la planificacin de la ciudad es una concertacin de muchas voluntades, especialmente en una metrpoli de 10 millones de habitantes atomizada con 43 distritos ms el Callao. El gran convocador tiene que ser el gobierno metropolitano, que tiene una hoja de ruta en el Plan Regional de Desarrollo Concertado, aprobado el 2013, y que llega a definir los grandes ejes de actuacin en la capital. Pero los distritos no pueden permanecer impasibles en la bsqueda de una ciudad ordenada. Es ms, son piezas claves, de cuyo compromiso depende el xito o el fracaso de una decisin metropolitana. Acordar una visin para la Costa Verde, promover la regeneracin urbana de los cerros, recuperar los ros, crecer ordenadamente en la periferia norte y sur y ordenar el transporte requiere la participacin de los distritos y el Callao. Amn de la convocatoria a actores sociales, inversin privada y al Gobierno Central. Para empezar, la mayora de distritos no tienen un plan urbano actualizado, que perciba su crecimiento como parte de ese organismo mayor que es la metrpoli, considerando que los distritos no son instancias simplemente receptoras de polticas metropolitanas. La ciudad tambin se planifica a partir de la propuestas distritales. Tomando en cuenta adems que algunos son asiento de temas de trascendencia metropolitana o nacional tales como los centros financieros del Centro Histrico, San Isidro o Miraflores o el mbito de la Costa Verde o los terrenos de expansin urbana en Ancn y San Bartolo o el cinturn ecolgico. Ya no hay duda de que la fragmentacin de Lima en 43 distritos la hace ingobernable y que la solucin tiene que ver con introducir el formato de mancomunidades o integracin interdistrital en temas de desarrollo urbano. Lo que falta es la gran agenda de la metrpoli, los lineamientos ordenadores para una reurbanizacin de la ciudad. Paradjicamente, este momento de reclamos puede constituir un excelente caldo de cultivo para legitimar socialmente proyectos estratgicos. Por ejemplo, una visin de la Costa Verde que recoja opinin de los distritos ribereos, usuarios como pescadores, deportistas o comerciantes, los inversionistas y que tenga factibilidad de la Marina, expertos en riesgo y opinin de rganos como el Colegio de Arquitectos Qu cuestionamiento podra levantar? Ninguno. A partir de ah simplemente manos a la obra. Ese laberinto de intereses que es la ciudad puede mostrar salidas a partir de intervenciones urbanas que tengan proyectos demostrativos de corto plazo, pero en el camino de una ciudad que se reinventa.