Tiene 72 años, la cabeza cada segundo más despoblada y un aspecto ideal para ser (o parecer) el abuelo mala onda de ‘Pollo’ Vignolo, 'Cabezón' Ladaga o ‘Gambeta’ Latorre en el programa FoxSports Radio. Su rol dentro del espacio de Radio Rivadavia es poner la experiencia, pero también exagerar con un perfil cascabarrabias, como Horacio Pagani lo hace en Estudio Fútbol. Y si ya era frontal desde sus escritos en “El Gráfico”, imagínenselo de francotirador televisivo.
“Es un falopero (drogadicto), es un falopero (drogadicto)”, dijo al aire sobre Paolo ni bien se enteró de su resultado analítico adverso. Proietto quería defender al criticadísimo Ricardo Centurión -el ex Boca acusado de juerguero- pero terminó atacando a Paolo. De paso, y de la nada, volvió a meter en el lío al periodista de RPP Pierre Manrique cuando le preguntaron de dónde sacó la información: “El señor Pierre Manrique ha sido amenazado de muerte por 1.200 personas, porque investigó y chequeó perfectamente el tema”. Lo que no dice Proietto es que Manrique solo informó del resultado analítico adverso, pero no realizó en ningún momento un ataque a Paolo como el que sí lanzó él. Es decir, la supuesta base de su argumentación no existe. Lo que sí existe, al parecer, es un desconocimiento profundo del tema Guerrero, y quizá un afán excesivo por no abandonar su personaje de abuelito Muppet. Hasta ‘Pollo’ Vignolo, su nieto televisivo, se despegó de Proietto cuando vio que por Twitter y Facebook los hinchas de Paolo quería crucificar a don Aldo (y de paso destrozarlo a él): “No estoy de acuerdo con Aldo, al contrario: soy muy hincha de Guerrero”. En el pasado Proietto ha atacado a Oscar Ruggeri, se ha burlado de Ramón Díaz y fue el autor intelectual de una famosísima tapa con Maradona en 1991, en la que afirmaba que Diego fue atrapado totalmente drogado y captado por una mujer policía. Maradona protestó “por las inexactitudes de la información” (sic), por lo que demandó a la revista por un millón de dólares. Como en la cancha, el 10 ganó de taquito, aunque aceptó cerrar el tema en 95 mil dólares. Sobre el Diegogate, don Aldo acepta que publicó lo que publicó, “porque había un pedido de la Editorial Atlantida de atacar a Maradona para desviar la atención del público”. Y agrega: “tuve que ceder y hacerlo, porque de lo contrario habría perdido mi empleo. Vivir es hacer concesiones”.
Hoy parece bastante lejos de un mea culpa. Cuando el programa radial de Paco Bazán en Ovación lo llamó para que se retractase no dio ni un paso atrás y, al “falopero” para Guerrero, sumó el “imbécil” para Bazán. Quizá solo un juicio y la obsesion por hacer justicia de la familia Guerrero (que ya probó Magaly Medina), hagan retroceder al abuelo Proietto. Total, si ya cayó con Maradona, ¿por qué no irse de bruces con Paolo?