Cada año más de 7 millones de personas mueren a causa del tabaco, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). Y si bien el principal mal que provoca su consumo es el cáncer de pulmón, este no es el único problema. Hay otros 16 tipos de cáncer que provoca el cigarrillo, además de enfermedades cardiovasculares y enfermedades pulmonares obstructivas crónicas (EPOC).
“En total, son 17 tipos de cáncer los que provoca el tabaco e incluye a la nariz, la lengua y la boca, la garganta, el esófago, la laringe, el estómago y hasta el cuello uterino. También provoca muertes por accidentes cerebrovasculares, fibrosis pulmonar y otros. El tabaco ataca a todas las células del cuerpo. Ningún órgano se salva”, afirma el doctor Jorge Rubiños del Pozo, director ejecutivo del Departamento de Promoción de la Salud, Prevención y Control Nacional del Cáncer del Instituto Nacional de Enfermedades Neoplásicas (INEN).
Existen algunos exámenes de detección temprana para hallar la enfermedad antes de que comiencen los síntomas. En las clínicas, los pacientes pueden acceder a pruebas de laboratorio para evaluar la sangre y otros fluidos. También se llevan a cabo placas (rayos X) y pruebas genéticas para buscar marcadores genéticos heredados.
PUCHOTÓXICO
El tabaco contiene alrededor de 4.000 sustancias tóxicas y 62 de estas son cancerígenas. Las dos más peligrosas: el benzopireno y la nitrosamina. Pero no solo quien fuma cigarrillos puede sufrir las consecuencias. Las personas que inhalan el humo también corren riesgo, aunque las posibilidades son menores que las que tiene el fumador.
Por eso, la única manera de prevenir un cáncer por consumo de tabaco consiste en dejar de fumar y en no exponerse a ambientes contaminados con humo de cigarrillo.
Según el doctor Enrique Ferrer, médico cirujano en oncología del tórax de Oncosalud, se estima que hay un lapso de retraso de 20 a 30 años entre el inicio del tabaquismo y el desarrollo del cáncer de pulmón. Esto quiere decir que, aun cuando se deje de fumar, existe la posibilidad de desarrollar la enfermedad muchos años después, dependiendo de qué tan frecuente haya sido el hábito.
“El cáncer de pulmón presenta síntomas tardíos. El más común es la tos, que puede acompañar al paciente durante meses y viene con pequeñas estrías de sangre, a diferencia de la tuberculosis, en que hay una franca expectoración de sangre”, advierte.
Además de estos, otros síntomas que se pueden presentar son: dificultad para respirar, ronquera o disfonía, baja de peso y otras manifestaciones a nivel del sistema nervioso, que aparecen cuando el cáncer está en una etapa más avanzada. Los fumadores y exfumadores deben estar atentos a estos signos –y hacerse pruebas regularmente– para encontrar cualquier mal a tiempo.
TRATAMIENTO
A decir del doctor Edgar Amorín Kajatt, cirujano oncólogo de la Clínica Ricardo Palma, en el caso del cáncer del pulmón el tratamiento es multidisciplinario. Es decir, se procede según el estado en que se encuentra la enfermedad. “Si se detecta en una etapa temprana, el tratamiento es quirúrgico y con potencial de curación. Si está ligeramente o muy avanzado, recibirá un tratamiento combinado con quimioterapia, radioterapia, cirugía y tratamiento biológico. Si está en estadios avanzados por lo general es paliativo”, explica.
Cabe anotar que, de acuerdo al galeno, si un fumador deja de consumir cigarrillos durante cinco años, el pulmón se llega a limpiar. No obstante, se corre el riesgo de tener secuelas irreversibles, como bulas, fibrosis pulmonar y enfisema.
Aproximadamente, “el 85% de las personas que desarrolla el cáncer de pulmón empieza a manifestar síntomas cuando este ya no es curable”, afirma el doctor Ferrer.
Esta enfermedad es capaz de matar a más personas que el cáncer de colon, de mama y de próstata juntos. Sin embargo, son pocos quienes están adecuadamente informados. La OMS explica que la mayoría no comprende los riesgos específicos para la salud que entraña el consumo de tabaco. No lo relacionan, por ejemplo, con la cardiopatía coronaria o los accidentes cerebrovasculares. La única forma de evitar el riesgo es evitando su consumo.
DATO:
Fumar un paquete diario causa cada año un promedio de 97 mutaciones en cada célula de la laringe, 39 en las de la faringe, 23 en las de la cavidad oral, 18 en las de la vejiga y 6 en las del hígado.