Tu carrera: Cómo elegir ese proyecto de vida

Desde muy pequeño fue amante del cine y conocedor de autores referidos al séptimo arte. Ya había pensado en estudiar Comunicaciones y luego postular a alguna beca en un centro de estudios del extranjero. Lo que aún le faltaba era decirle a su padre. Él decía conocer su respuesta por lo que declinó de aquello que siempre soñó. Decidió estudiar ingeniería industrial.

Así llegó este joven a la oficina de Graciela Noriega, jefa del departamento de Psicología de la Dirección de Bienestar de la Universidad de Lima. Fue entonces cuando empezaron a explorar sus habilidades e intereses. La psicóloga le explicó al padre que su hijo había pasado por un proceso de orientación vocacional y el resultado arrojaba que su carrera ideal era Comunicaciones.

“Con un argumento sólido dejaré que estudie Comunicaciones”, dijo el padre. Ha pasado el tiempo y ese joven, hoy en día, cursa el sexto ciclo, está en el décimo superior y fue seleccionado para irse de intercambio estudiantil.

Precisamente, Noriega indicó que es importante que los jóvenes desarrollen un proyecto de vida que pueda concretarse en un tiempo determinado. Este es el punto de partida que todo joven debe desarrollar antes de tomar una decisión.

CONSEJOS Y ERRORES

En su mayoría, los 16 años es esa edad en la que un adolescente debe tomar una de las decisiones más importantes de su vida: elegir una carrera universitaria. Para Carla Olivieri, rectora & CEO de la Universidad de Ciencias y Artes de América Latina (UCAL), los jóvenes deben hacer el ejercicio de cómo se ven en el futuro y especialmente, diseñar su propia fórmula de felicidad y ver cómo su vida profesional encaja en ella.

“Una persona que elige estudiar algo que le apasiona, y asociado a la felicidad, tiene casi garantizado el éxito”, sostiene. Carla Olivieri agregó que no se debe tomar la decisión de qué estudiar pensando en una carrera en la que “no me vaya a morir de hambre”.

Según comenta la educadora, este es un mito, ya que si fuese cierto no habría empresarios ni ingenieros pobres –que los hay– ni habría músicos, artistas y chefs ricos –que los hay también.

Pese a que vivimos en una época donde la información está a un clic de distancia, Elvis Gonzáles, docente de la carrera de Educación Primaria de la Universidad de Ciencias y Humanidades (UCH), señala que uno de los principales errores de los jóvenes al momento de elegir qué carrera seguir es la desinformación. “Ellos no revisan mucho los planes de estudio. Eligen una carrera porque escuchan comentarios. Luego vienen los cursos y se dan cuenta que no son como en el colegio”, dice. No saber cuáles son habilidades y competencias y en qué carreras estas podrían explotarse mejor es otra de las falencias que tienen los jóvenes hoy en día, opina Jorge Pérez Reyes de la Flor, psicólogo de la Universidad del Pacífico. Los escolares terminan muy jóvenes, sin un real conocimiento de sí mismos, y esto les lleva a optar por sugerencias que otros les hacen basadas en lo que ellos (los otros) perciben, opina Reyes de la Flor. La idea es que este no sea el caso de tu hijo.

TODO PADRE DEBE SABER

Vocación, profesión y ocupación: Lo primero responde a un llamado personal. La profesión se refiere a cómo, qué vía elegimos para desarrollar esa vocación; y la ocupación es aquello en lo que nos desempeñamos.

Ayúdelo a explorar: Que averigüe, que pruebe, que indague. Llevarlos a charlas, conferencias, talleres, o contactarlos con profesionales de las ramas por las que muestran interés.

HERRAMIENTAS

Charlas: Permiten el intercambio de experiencias y opiniones entre pares. Los asistentes pueden despejar sus dudas respecto a la profesión a seguir.

Test: Son Instrumentos auxiliares en los procesos de orientación vocacional que permiten tener conocimiento en aspectos específicos de la persona.