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Si algo ha tenido de particular este CES 2016 ha sido que muchos fabricantes han mirado a sus modelos clásicos para traerlos de vuelta renovados. Ese es el caso de Volkswagen, con una versión moderna y ecológica de sus clásicas combis.
Se trata de Budd-e, una Volkswagen Van, un vehículo eléctrico conceptual que muestra hacia dónde quiere llegar el fabricante alemán. Tiene un diseño futurista en donde destaca una cosa muy importante: no cuenta con espejos retrovisores.
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Se basa en la plataforma MEB de la empresa alemana, sobre la cual desarrollará sus coches eléctricos.
Con un motor eléctrico en cada eje, puede alcanzar hasta los 150 km por hora, brindando una autonomía total de hasta 600 kilómetros. El fabricante alemán ha desarrollado un sistema de carga rápida que permite recuperar hasta 80% de la batería en tan solo 15 minutos. Esta tecnología debería estar disponible en el 2019.
Es un vehículo pensado en el Internet de las cosas, pues tendrá la capacidad de interactuar con todos los objetos inteligentes que ingresen en él. Además cuenta con diversos sensores que permiten realizar acciones, como abrir o cerrar puertas, tan solo con los gestos de la mano.
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