¿Por qué las grandes corporaciones que nos venden electrodomésticos o chocolates encargan trabajos a autores y artistas de ciencia ficción? Pistolas eléctricas. Teléfonos móviles. Internet. Todas estas tecnologías se podían encontrar en las historias de ciencia ficción décadas antes de que se volvieran realidad y el medio ha encontrado un nuevo aficionado inesperado.
Aunque la ciencia ficción suele ser disfrutada por lectores y quienes ven películas, ahora los grandes negocios también se están interesando en ella.
Grandes compañías como la cadena estadounidense de productos del hogar Lowe's y la compañía estadounidense de confitería Hershey's están dando encargos a escritores y artistas para dejar volar su imaginación.
Una de las personas responsables por este interés es Ari Popper, cofundador de la compañía SciFutures. Hace varios años, Popper asistió a un curso de escritura amateur de ciencia ficción en el que se había inscrito como hobby.
En ese momento, Popper tenía un empleo en una consultoría y comenzó a preguntarse si no habría mejores formas de emplear ese vínculo creativo entre la ficción y los hechos.
“Tuve una epifanía que era: '¡Esto es un negocio! Bueno, esto es un negocio en potencia', dice riéndose. ”No lo sabrás nunca hasta que no lo hagas“.
“Hardware de hidratación”
Hoy SciFutures produce narraciones de ficción para empresas como Hershey's, Del Monte y la Armada de EE. UU. usando formatos como novelas gráficas, obras artísticas y juegos de rol.
El trabajo de la mayoría de los clientes permanece confidencial, pero este es un extracto de una historia producida para una importante compañía de bebidas acerca de una mujer que visita una “estación de hidratación” que sirve agua con nutrientes:
Diana sacó su botella de inteli-agua de su bolso. (José) se situó tras un mostrador de madera que le llegaba a la cintura y movió la botella enfrente de los sensores de Hardware de hidratación. Las enormes pantallas a lo largo de la pared mostraron color en largos torrentes de información. “Todavía no bebes suficiente agua. Y es la temporada de la gripe, deberías añadir la vacuna de la gripe, electrolitos, quizá algo de vitamina C. ¿Qué tal está tu rodilla?”.
“Estupendamente, la verdad”. En su último viaje a la Estación de hidratación Oshun, José había visto por sus parámetros biométricos que ella tenía artritis en la rodilla, algo que había tenido desde que era una niña. La sentía como esquirlas de cristal entre sus huesos. José había sugerido agua ionizada, el aditivo de última tecnología de Oshun. La rodilla no le había dolido en toda la semana“.
SciFutures también ha producido trabajos para Lowe's. ¿Qué podría darle la ciencia ficción a una marca que vende electrodomésticos y pintura?
Popper explica que comenzó encargando una historia e imágenes acerca de una desafortunada futura pareja que diseña su primer proyecto por sí mismos usando un simulador de realidad virtual 3D.
La reacción de Lowe's fue tan positiva que la compañía decidió asociarse con SciFutures para que el simulador se pudiera hacer realidad.
Los primeros simuladores, llamados Holorooms, se lanzarán en dos tiendas de Lowe's en Toronto (Canadá) a finales de este año. Al mirar a través de una tableta que sostienen en alto dentro de la habitación, la gente puede pasear por su futuro hogar representado digitalmente.
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“Puedes caminar realmente por él usando realidad aumentada y tener una especie de experiencia 3D realista del aspecto que tendría tu hogar”, explica Popper.
Otro observador del futuro que transforma la ciencia ficción en realidad es el inventor americano John Underkoffler, que fue el asesor científico en película “Minority Report” (Steven Spielberg, 2002).
Underkoffler trabaja ahora para una firma de diseño de tecnologías llamada Oblong y es famoso por ocurrírsele la idea de una interfaz multipantalla que se puede controlar de forma intuitiva mediante gestos de la mano.
La idea de Underkoffler no era sólo una ficción generada por ordenador. Realmente la construyó, desarrolló una versión para el ejército de Estados Unidos y la demostró al público en una conferencia TED en 2010.
La tecnología ha evolucionado desde entonces hasta convertirse en un producto llamado Mezzanine, que es el objetivo de clientes corporativos de alto poder adquisitivo para usarlo en talleres y salas de juntas.
Gran comprensión
Pero, ¿es útil realmente la ciencia ficción para los negocios o puede ser a veces un obstáculo? No todo el mundo se ha enamorado del impacto dejado por “Minority Report”.
El artista Christian Brown afirma que la película ha “atrapado” a los diseñadores en un mundo de “malas interfaces”.
“La realidad es que hay una enorme distancia entre lo que tiene un buen aspecto en la película y lo que se usa de forma natural”, escribió en un artículo de opinión para el sitio web The Awl.
Sin embargo, para Popper, las ideas más provocadoras se reciben mejor a través de la narrativa de la ciencia ficción. Ahí es donde la audiencia puede comprender mejor cómo algo realmente novedoso podría funcionar.
“No hay que comprender lo que es la realidad aumentada, no hay que comprender las especificaciones técnicas tras la impresión en 3D”, dice, “porque cuando está en forma de historia y la gente la está utilizando, la asimilas totalmente, comprendes totalmente el potencial de la tecnología”.
Tecnología “no condescendiente”
El artista y consultor de diseño con base en Londres, Tobias Revell, utiliza la palabra “normalidad” para describir esta cualidad. La normalidad es el sentido de que algo, futurista o no, ha sido representado en un contexto que comprendemos y que podemos identificar con nuestras propias vidas.
“Me encanta la idea de hablar sobre tecnología de una forma no condescendiente, no fantástica, mirándola a través de la lente de la normalidad”, comenta. “Te das cuenta de que la tecnología no es algo que se tenga que convertir en fetichismo, es algo que es normal y parte de nuestra rutina diaria”.
El trabajo por encargo haría bien en escapar de las visiones rosas y blandas del futuro que a menudo provienen del marketing corporativo.
Después de todo, la ciencia ficción famosa, como “Blade Runner”, describe un mundo crudo y problemático. Contrastemos eso con las visiones maquinadas por futurólogos corporativos más convencionales y pueden parecer algo estériles e irreales.
Quizá la ciencia ficción, entonces, pueda proporcionar a las empresas una visión más realista y humana del futuro de lo que su propio personal pueda darles.
Si es así, Popper argumenta que podría tener un efecto directo en la próxima generación de tecnologías que todos utilizamos.
“Si tenemos una historia de ciencia ficción brillante que todo el mundo comprende, tendremos una oportunidad mucho mejor de hacerla realidad”, dice Popper. “No significa que vayamos a llegar ahí, pero nos da una oportunidad mucho mejor”.