La lápida es una pantalla de cristal irrompible en la que se muestran fotos y videos del difunto, datos sobre su vida o en la que incluso suena su música favorita. Es la iTernal, una revolucionara propuesta para mantener vivo el recuerdo de los seres queridos a través del mundo virtual.
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“De niños mirábamos los años inscritos en las lápidas y contábamos la edad de los difuntos al morir. Ahora, estos monumentos pueden ofrecer una inmensidad de datos. Las posibilidades son prácticamente infinitas”, destaca a Efe Milan Zorman, profesor de la Facultad de Electrotécnica e Informática de Maribor, en Eslovenia.
Zorman es uno de los autores de este nuevo concepto de lápida que pretende revolucionar los cementerios aplicando las inmensas posibilidades de la era digital, y cuyo precio de venta es de 3.000 euros (3.368 dólares).
La innovadora lápida no muestra solo al visitante el nombre y las fechas de nacimiento y muerte del difunto, sino que puede comunicar mucho más, según deje establecido el fallecido antes de morir o sus herederos.Discursos grabados por el fallecido, mensajes de despedidas de sus dolientes, citas religiosas y literarias, cartas, datos sobre su vida u obras, canciones. “No hay límite y es posible meter todo lo que puede ponerse en un ordenador“, resume Zorman.La idea de esta lápida virtual la tuvo Saso Radovanovic, director de Bio Energija, quien asegura que las pantallas, de 42 pulgadas ”no pueden romperse. Las tormentas, el calor y el frío extremo no les afectan“, mientras Zorman afirma que es ”prácticamente imposible hackearlas“ gracias a los sistemas de seguridad incorporados en el software.El primer prototipo de iTernal, instalado por Bio Energija en una tumba falsa en el cementerio Pobrezje de Maribor, se activa cuando alguien se acerca a la tumba y la pantalla deja de mostrar el nombre del difunto y las fechas de su nacimiento y muerte para empezar a emitir el contenido programado.Un contenido que puede ser distinto dependiendo de la época del año o, incluso, de quien sea el visitante ya que la idea es que los próximos modelos identifiquen a la persona a través de datos biométricos o por los datos de identidad del teléfono inteligente.De esta forma, puede haber programas diferentes para lo esposa, hijos u otro familiares o amigos. O para cada época de año, como aniversarios, si es el día de los Difuntos o adaptado al tiempo que haya pasado desde la muerte”, explica Zorman.Para evitar molestar al resto de visitantes del cementerio y respetar el silencio, el sonido no es reproducido por altavoces, sino a través de los auriculares del móvil, conectados a la pantalla a través de una aplicación específica.Respecto al aspecto más legal, sobre quién decide qué contenido puede emitirse en nombre de un fallecido, los propios responsables del proyecto reconocen que la nueva tecnología podría originar controversias sobre su uso. (EFE)