Investigadores californianos están desarrollando unos sensores para teléfonos móviles iPhone capaces de alertar al usuario de los síntomas previos de un ataque cardíaco y enviar inmediatamente la información a un médico, con un coste de fabricación en serie que totalizaría unos 20 dólares por unidad.
El sensor “Vivio”, desarrollado por un equipo de cardiólogos, físicos, ingenieros y matemáticos de la academia Mesh, de la Universidad del Sur de California (USC), permite medir la presión sanguínea en las arterias, advirtiendo inmediatamente sobre alteraciones que pueden ser indicadores de un infarto cardíaco.
El proyecto se basa en el desarrollo “de un nuevo método matemático llamado frecuencia intrínseca (IF) que permite medir de manera no invasiva la presión sanguínea”, explicó su director científico, Niema Pahlevan, profesor asistente de ingeniería aeroespacial y mecánica de USC, en una declaración a Efe.
A diferencia de otros complementos del iPhone y de algunos relojes de pulso que miden la frecuencia cardíaca y permiten determinar una arritmia, Vivio puede detectar un “infarto silencioso” al igual que hemorragias internas, dicen sus creadores.
Según la Asociación Médica Estadounidense cerca de la mitad de los infartos cardíacos son “silenciosos” y diagnosticados erróneamente con frecuencia, pues sus síntomas son sólo nausea y malestar ligero.
“Vivio” no solamente mide la presión del corazón, sino de todo el sistema cardiovascular.
Un algoritmo puede detallar los distintos elementos medidos en el pulso, con lo que, una vez desarrollado completamente, Vivio podrá detectar arritmias, falla cardíaca, fibrilación, aneurismas y disfunción de la válvula aórtica.
El sensor, que actualmente está en proceso de validación científica, tendría un importante efecto a la baja en los costos del monitoreo de la actividad cardíaca.
Producir Vivio costaría menos de 20 dólares y se podría utilizar casi en cualquier lugar, mientras un MRI (resonancia magnética) vale en promedio más de 2.500 dólares según NerdWallet Health, y debe realizarse en un centro médico.
“Una falla del corazón no se presenta de un día para otro, sino que, por el contrario, toma entre dos y tres años en desarrollarse”, señala Pahlevan en su declaración a Efe para explicar lo importante que es el poder realizar un control cardiaco uno mismo.
La Organización Mundial de la Salud ha señalado las enfermedades cardiovasculares como “la mayor causa de muertes en el mundo”, causantes del 31 % de todos los fallecimientos.
En Estados Unidos las enfermedades cardiacas se mantuvieron en 2016 como principal causa de muerte (165,5 muertes por 100.000 habitantes), seguidas del cáncer (155,8) y los accidentes (47,4), según datos recientes del Centro Nacional de Estadísticas de Salud (NCHS). (Fuente: EFE)
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