Argentina, La Nación/GDASeguir a @tecnoycienciaEC !function(d,s,id){var js,fjs=d.getElementsByTagName(s)[0],p=/^http:/.test(d.location)?'http':'https';if(!d.getElementById(id)){js=d.createElement(s);js.id=id;js.src=p+'://platform.twitter.com/widgets.js';fjs.parentNode.insertBefore(js,fjs);}}(document, 'script', 'twitter-wjs');
Un sistema de sensores registrará la actividad cerebral de los controladores de vuelo y transmitirá los datos a una computadora. Asimismo, es capaz de reconocer si la carga de trabajo genera demasiado estrés y solicitar ayuda si es necesario, según relata la agencia ANSA.
La tecnología busca así mejorar el trabajo de los controladores y se dispone incluso a sustituirlos parcialmente, gracias al proyecto NINA (Neurometrics Indicators for ATM), realizado en el ámbito del programa europeo Sesar.
Realizado por un consorcio constituido por la Universidad La Sapienza de Roma, la Escuela Nacional Francesa para la Aviación Civil (ENAC) y la compañía Deep Blue, el proyecto NINA nació en el 2013 y se espera que finalice a fines de noviembre.
NINA llega en un período en el que la alerta por el riesgo de atentados es cada vez mayor y se vuelve crucial que los controladores actúen sin niveles demasiado elevados de estrés.
Evitar esta sobrecarga de fatiga y tensión es posible porque NINA puede medir en tiempo real la carga de trabajo mental con sensores especiales que registran la actividad cerebral de los controladores de vuelo.
Es parecido a un “electroencefalograma muy sofisticado, que identifica las áreas del cerebro involucradas durante el trabajo”, explicaron los coordinadores del proyecto, Stefano Bonelli y Simone Pozzi, de Deep Blue.
Por ejemplo, la carga de trabajo puede ser deducida de los datos sobre la actividad de la corteza visual, o de la prefrontal y frontal, involucrada en las decisiones, y también de la corteza motora.
Los datos son enviados luego a una computadora que los analiza. Si su combinación indica un alto nivel de estrés, la computadora puede automatizar algunas tareas manuales o simplificar las informaciones presentadas al controlador de vuelo para reducir la carga laboral-visual, enfatizando eventuales alarmas no advertidas por el controlador de vuelo.
“En esta fase de validación, los sensores aún tienen el aspecto de una cofia, pero en el futuro tendrán formas distintas y dimensiones reducidas”, indicaron Pozzi y Bonelli.
En el futuro los controladores de vuelo podrán utilizar NINA mediante fajas para apoyar sobre la frente, o pequeños dispositivos que se pueden colocar en el cuello de la camisa.
El uso de NINA en la torre de control es “solo uno de los escenarios posibles, el sistema podrá ser utilizado también para adiestramiento”, por ejemplo, en la simulación de situaciones de emergencia, indican los creadores.
Para el futuro, finalmente, el grupo de NINA está experimentando el mismo sistema también para otros trabajos, como pilotos, encargados de mantenimiento, cirujanos y personal de las plataformas petroleras.