El doodle de hoy celebra al novelista, pintor y físico atómico argentino Ernesto Sábato, quien se dedicó a la literatura y se convirtió en uno de los autores más respetados de Argentina.
Nacido en un pequeño pueblo cerca de Buenos Aires en este día de 1911, Ernesto Sábato estudió y obtuvo un doctorado en la Universidad Nacional de La Plata, y luego obtuvo una beca para estudiar radiación cósmica junto con científicos que dividen átomos de uranio en el Instituto Curie de París. Después de continuar sus estudios en el Instituto de Tecnología de Massachusetts, regresó a Argentina.
Durante su tiempo en Europa, las interacciones de Sábato con surrealistas como Wilfredo Lam y André Bretón despertaron cuestiones filosóficas en su mente, lo que finalmente lo llevó a desviar su enfoque de la ciencia y, en cambio, dedicarse a la literatura.
Mientras enseñaba en la Universidad Nacional de La Plata, comenzó a colaborar con el periódico La Nación, expresando opiniones políticas que lo llevaron a perder su puesto de profesor. Su novela de 1948, El túnel (traducida como The Tunnel o The Outsider), fue la primera en obtener el reconocimiento internacional.
Las tres novelas de Ernesto Sábato han sido traducidas a más de 30 idiomas. Puede haber habido más, pero Sábato tenía la costumbre de quemar sus manuscritos. “Puede ser porque consideré que todo mi trabajo era imperfecto, impuro, y descubrí que el fuego era purificador”, dijo una vez. Casi quema su segunda novela Sobre héroes y tumbas (Después de trabajar en ella durante muchos años). Su esposa lo convenció para que cambiara de opinión, y el trabajo es ampliamente considerado como una de sus obras maestras.
En 1984, Ernesto Sábato recibió el prestigioso Premio Cervantes en reconocimiento a sus logros literarios. Además de las novelas premiadas, los ensayos de Sábato sobre temas políticos inspiraron reformas en su tierra natal, lo que llevó a algunos a llamar a Sábato “la voz de la conciencia Argentina”, o “la voz de la conciencia de Argentina”.