Los visitantes de la conferencia de desarrolladores de Google I/O este año podrían estar decepcionados por rumores que no resultaron ciertos o por las pocas acciones espectaculares. Sin embargo, también podrían considerar este el momento en que se reinventó la búsqueda en Internet.
Para la mayoría de los usuarios de la red, la búsqueda en Google es sinónimo de introducir un concepto en una sencilla casilla de búsqueda. Pero esto pasará a la historia.
En el futuro, serán cada vez más frecuentes las búsquedas orales, también en la computadora de sobremesa. La orden Okay Google abrirá el oído virtual y después el usuario podrá realizar una búsqueda con una pregunta oral, como si estuviéramos preguntando algo a otra persona, al modo de: ¿Qué tiempo hace hoy en Madrid?. Google entenderá también si después se pregunta: ¿Y en Barcelona?, aunque en la frase no aparezca la palabra tiempo.
EL FIN DE LAS BÚSQUEDAS COMO LAS CONOCEMOS El ejecutivo de Google Amit Singhal ve en un futuro cercano el fin de las búsquedas tal y como ustedes las conocen. Por un lado, por el tesoro de conocimiento que entretanto se ha acumulado en los servidores de Google y que hace más eficientes tecnologías como Google Knowledge Graph.
Por otro, por un componente social, ya que el consorcio estadounidense lo sabe casi todo sobre las preferencia de sus usuarios, al menos cuando éstos están dispuestos a compartirlas con la empresa. Y eso hace que en el futuro dejará de existir una única búsqueda universal en Internet, sino que habrá incontables resultados distintos que se adaptarán continuamente a las preferencias del usuario.
Esta dimensión social será aplicada por Google en casi todos sus productos. Por ejemplo, los nuevos mapas de Google a los que tiene acceso un amante del arte serán diferentes a los de un adicto a las compras: en el primer caso mostrarán galerías y museos en el plano, mientras en el segundo destacarán las boutiques y centros comerciales, por poner un ejemplo.
GRANDES TEMORES Para los usuarios de Google ello significará que los servicios del gigante de Internet en caso de duda serán aún más prácticos de lo que son hoy. Pero al mismo tiempo tendrán que tener presente lo dependientes que se hacen de una única empresa y tampoco perder de vista qué valiosos datos confían a la firma.
Esos temores podrían ser también la base de que el jefe de Google Larry Page hablara al final de la cuestión de los miedos que las nuevas tecnologías, como Google Glass, pueden desencadenar en la gente.
Page reconoció que el proceso de enormes y rápidos cambios puede poner a la gente en una situación incómoda. En la tecnología deberíamos tener algunos lugares seguros en los que pudiéramos probar nuevas cosas y descubrir el efecto que tienen en la sociedad y en las personas. Y no deberíamos vernos obligados a desplegar esas novedades en todo el mundo.