Brasilia. (DPA). La página web del Ministerio de Relaciones Exteriores de Brasil fue atacada por hackers, quienes divulgaron documentos vinculados a los operativos de seguridad previstos para el Mundial de fútbol y amenazaron con promover lo que llamaron “cyberterror” durante la cita que comienza en 11 días.
Según informan medios locales, el ciberataque comenzó la semana pasada, cuando el grupo autodenominado “Anonymous” distribuyó a través de Internet más de 300 documentos que, según afirman, fueron robados a la Cancillería.
De acuerdo con el portal del diario “Folha de Sao Paulo”, uno de los hackers que asumió haber invadido las comunicaciones de la Cancillería, conocido en las redes como AnonManifest, dijo que sigue teniendo acceso al sistema y amenazó con realizar nuevos ataques cibernéticos durante el Mundial, que comienza el próximo 12 de junio.
“De aquí en más será 'cyberterror' total contra el gobierno y las grandes corporaciones involucradas en la Copa”, expresó el hacker a través de mensajes privados intercambiados con el medio a través de Twitter. La Cancillería informó que no confirmará la veracidad de los documentos robados y negó que los hackers sigan teniendo acceso a la red del ministerio.
EL MÉTODO PHISHING
Uno de los informes filtrados revela estrategias de seguridad que fueron trazadas por organismos brasileños de cara al Mundial. Según “Folha”, ese documento incluye la preparación de aeropuertos y bases aéreas que serán utilizadas por las selecciones que participan del certamen.
También fueron divulgadas informaciones reservadas sobre el “plan de acción contra protestas, en el que se incluyen salidas de emergencia y protección de infraestructuras críticas”. Según el portal G1 de la red Globo, informaciones preliminares indican que los hackers utilizaron en el ataque el método conocido como “phishing”.
El mismo consiste en enviar correos electrónicos con contenidos aparentemente verdaderos, los cuales contienen uno o varios “plug-in” escondidos. Los “plug-in” son pequeños programas insertos en el mensaje, y que están programados para robar información.
Cuando la persona que recibe el correo, en este caso un funcionario de la Cancillería, lo abre, el “plug-in” roba información que el destinatario guarda en su computadora.