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Las computadoras son cada vez más inteligentes, reconocen idiomas y escrituras, objetos en fotos, proponen respuestas adecuadas para emails, traducen, informan del estado del tráfico, conducen autos inteligentes y, además, son capaces de ir aprendiendo por sí solas gracias a la llamada inteligencia artificial.
Los tiempos en que las máquinas solo obedecían las órdenes programadas por las personas pasaron. La clave de este logro es, junto a los algoritmos que ayudan al aprendizaje, el gigantesco aumento de la capacidad de procesamiento y de memoria disponibles, gracias a lo cual ahora es posible procesar gran cantidad de datos en muy poco tiempo.
Las grandes compañías tecnológicas, como Google, Apple, Facebook o Amazon, se pelean por las mejores mentes para lograr que las máquinas consigan aprender. El resultado de estos avances se ve a diario en la vida cotidiana, desde el orden de los productos en el supermercado hasta la elección de las publicaciones que vemos en Facebook.
Sin embargo, los expertos advierten sobre las delicadas consecuencias que este proceso supone para la sociedad. Computadoras y robots serán capaces de asumir muchos más trabajos que hoy en día desempeñan personas.
Los especialistas del Bank of America Merrill Lynch, EE.UU., pronostican que, para el 2025, aproximadamente un 45% del trabajo en la producción lo desempeñarán robots. Hoy en día, ese porcentaje no supera el 10%.
El inversor de Silicon Valley Joe Schoendorf advierte de que la amenaza no solo implica al trabajo industrial, puesto que las computadoras también estarán capacitados para asumir el trabajo de oficina.
“No hemos pensado bien las consecuencias de esto”, afirma el veterano inversor, que durante su dilatada carrera trabajó para Hewlett Packard y Apple.
“¿Qué haremos con todas las personas que serán reemplazadas en su trabajo?”, afirmó el autor de “Rise of the Robots” (El ascenso de los robots), Martin Ford, en una entrevista para Bloomberg TV. “Nos adentramos en una nueva era”, agregó.
“No creo que haya una forma de evitar que los robots se adueñen de nuestro trabajo”, advirtió. De cualquier forma, tampoco es algo que se desee, puesto que no hay que olvidar que las máquinas colaboraron activamente en el desarrollo del bienestar actual, indica. “Pero tendremos que adaptarnos y asegurarnos de que todos nos beneficiamos de ello”, agrega.
Uno de los principales problemas es que las máquinas no tienen que consumir nada, y el consumo es uno de los pilares de la economía. Esto se podría solucionar con un ingreso mínimo, afirmó Ford.
También se podría asegurar un futuro en el que nadie tenga que desempeñar un trabajo que no le guste o que resulte peligroso. El cofundador de la automotriz Tesla y de la empresa espacial SpaceX, Elon Musk, alerta del peligro de las máquinas con inteligencia artificial.
“Si tuviera que señalar una gran amenaza existencial para nosotros, probablemente sería esa”, advierte.
Sin embargo, el progreso aún no es tal. “Dominar la inteligencia artificial resultó ser mucho más complejo de lo esperado”, reconoció uno de los investigadores de Microsoft, Eric Horvitz, en una intervención en el Instituto Tecnológico de Massachusetts.
Las implicaciones que tendrá en el futuro no están claras, pero la revolución de las máquinas que aprenden ya está aquí.
Fuente: DPA