No hay duda de que los admiradores de Wikipedia tienen mucho de qué congratularse: después de todo, en las palabras de un devoto, la enciclopedia virtual se ha convertido en “parte de la fontanería de la sociedad”.
Pero entre bambalinas hay un mundo de ciber riñas constantes, en las que algunos editores del sitio lidian “batallas a muerte” por cuestiones increíblemente vanas, según le dice a la BBC David Gerard, un contribuyente veterano.
Se refiere a las tristemente famosas “guerras de edición”, en las que los voluntarios que pasan horas creando y vigilando Wikipedia -cariñosamente conocidos como los wikipedistas- se enfrentan por detalles contenidos en las más de 30 millones de páginas del sitio.
Para empezar, los wikipedistas están divididos en dos campos:
los “incluistas”, que creen que entre más información hay en el sitio, mejor, incluso si los hechos no están tan bien respaldados como consecuencia, y los “suprimistas”, quienes preferirían que sólo los hechos más relevantes y totalmente verificables aparezcan.
Por ello hay debates acalorados sobre si Flo'Ball es un deporte o no -¿el hecho de que un puñado de personas aparezca en YouTube supuestamente jugándolo cuenta como 'cobertura fiable?- y peleas por si un artículo de los nazis en el espacio debe aparecer en Wikipedia -¿es un tema conocido de novela histórica alternativa de ciencia ficción o sencillamente una teoría de conspiración absurda?-.
¿Knut adorable?
Además de los muchos altercados filosóficos, la mayoría de los conflictos se centran en cómo interpretar las directrices de Wikipedia.
El PVN o punto de vista neutral ordena que los wikipedistas escriban de “manera justa, proporcionada y, en la medida de lo posible, sin sesgo”. Hasta ahí, todo bien.
Excepto cuando se trata de cachorros de osos polares.
Los devotos de Wikipedia han estado discutiendo -y discutiendo y discutiendo- sobre si describir a un animal o a un bebé como “adorable” viola las reglas de la enciclopedia virtual.
Después de todo, ser adorable es subjetivo y lo que a un hombre (y usualmente se trata de un hombre en el universo wiki) le parece lindo, al otro lo deja impasible.
La disputa por el “adorable” llegó a niveles insospechados en una guerra de editores por el pie de foto de una imagen que mostraba a Knut, el oso polar que nació en el zoológico de Berlín en 2006. Finalmente se tomó la decisión de quitar la palabra.
Menos adorables, igual de controvertidos
Pero esa no ha sido de ninguna manera la única de estas guerras por cuestiones que, aunque algunos consideran triviales, se han prolongado por años.
¿Debería la 'I' de “Star Trek Into Darkness” (Star Trek: en la oscuridad) escribirse con mayúscula?
¿Es U2 una banda irlandesa o sencillamente una banda de Irlanda?
¿Es Jennifer Aniston estadounidense o nacida en Estados Unidos? ¿Podría ser más bien griega-estadounidense o hasta griega-e-inglesa-estadounidense?
Estambul no es Constantinopla, pero, en inglés, ¿se escribe Istambul o İstambul? ¿Nota la diferencia? ¿El controvertido punto sobre la I?
Algunas de las disputas tienen razones más nobles, como el ir y venir sobre si en la página en la que se habla de la aracnofobia debería aparecer la imagen de una araña.
“Demasiadas disputas”
La incesante naturaleza de estas discusiones desanima a muchos nuevos editores y, lo que es crucial, a muchas editoras de participar en el sitio.
Wikipedia desesperadamente necesita nuevos reclutas de perfiles más variados. La proporción de editoras es de entre 8% y 15%. Además, la mayoría de los wikipedistas son de países “occidentales” y tecnófilos.
Roberta Wedge, una wikipedista, bajó el ritmo de su actividad en el sitio pues se cansó “de algunas de las actitudes con los editores”.
“Hay demasiadas disputas tras bambalinas y eso no es productivo ni útil”, le dice a la BBC.
A Jimmy Wales, el fundador de Wikipedia, le preocupa la situación demográfica pero aunque apoya muchos de los programas destinados a conseguir un grupo más diverso de editores, insiste en que la naturaleza conflictiva de la comunidad de wikipedistas es beneficiosa.
“Definir exactamente dónde poner los límites es un tema complejo y yo siempre he querido que la comunidad siga teniendo estos debates”, argumenta, “pues el momento en que deje de hacerlo es el momento en que empezaremos a cometer errores”.