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A medida que nuestros cielos se van llenando cada vez de más aviones, la industria de la aviación experimenta con una tecnología que podría revolucionar la manera en que volamos.
El free routing (libre elección de rutas) parece una solución un tanto radical, pero es ya un paso inminente con el que los pilotos podrán escoger sus propias rutas directas apoyados en una tecnología avanzada que evita potenciales conflictos en las trayectorias de los aviones.
Las ventajas que se le atribuyen al free routing son que permitirá que haya más vuelos y reducirá la duración de los mismos, al seguir rutas en línea recta en lugar de patrones de vuelo que hacen zigzag.
¿Se reducirán las esperas en los aeropuertos con el free routing?
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Eso hará que se reduzcan las emisiones contaminantes de dióxido de carbono y los costos de volar.
Según informa el periodista de la BBC Jack Stewart, un aspecto crucial para la industria es el hecho de que el free routing permitiría triplicar el número de vuelos que actualmente podemos controlar.
También se argumenta que marcaría el final de gran parte de la incertidumbre en torno a las horas de los vuelos: tener horas garantizadas de despegue y aterrizaje sería sin duda muy atractivo para los viajeros.
Cambio inminente
El cambio hacia el free routing no sucederá de la noche a la mañana, sobre todo teniendo en cuenta la cautela con la que actúa la industria de la aviación.
Pero su implentación sí es inminente. De hecho una compañía española, Indra, ya está entrenando a controladores en la utilización de un sistema de gestión del tráfico aéreo de nueva generación.
Según pruebas ya realizadas entre el aeropuerto parisino de Charles de Gaulle y varios aeropuertos italianos, el free routing resultó en un ahorro de 6 minutos en el tiempo de vuelo, 200 kg en el combustible utilizado y 600 kg en las emisiones.
La Unión Europea (UE) tiene por objetivo reajustar completamente el fragmentado espacio aéreo de Europa y la gestión del tráfico.
Según Stewart, hasta 60 centros de control aéreo diferentes monitorean ahora mismo los cielos de Europa, uno de los espacios más transitados del mundo.
La UE aspira a que el free routing esté en funcionamiento para el 2020. El sistema europeo operará en conjunto con otros similares desarrollados en Estados Unidos y Japón.
Uno de los centros de control de tráfico aéreo de Inglaterra.
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¿Un sistema de rutas obsoletas?
En el sistema de aviación actual los pilotos tienen que volar por una especie de autopistas aéreas ya prestablecidas. Son aerovías o rutas aéreas ya designadas en el espacio aéreo.
Estas rutas con frecuencia siguen trayectorias históricas y pueden hacer zigzag. Muchas de las rutas que cruzan Estados Unidos están basadas en los trazados del correo aéreo de los años 20.
Según Stewart, la predicción de que para 2030 alcanzaremos un tráfico aéreo de 17 millones de vuelos al año, augura más retrasos.
Y para muchos en la industria hace tiempo que se necesita una nueva estrategia de control.
Argumentan, según Stewart, que las rutas son viejas y poco directas, que la comunicación entre tierra firme y aire todavía es por radiofrecuencia VHF, y que la fexibilidad está muy limitada por la fragmentación del espacio aéreo que está controlado por distintas autoridades nacionales.
Con el free routing las aerolíneas y los pilotos tendrán libertad para escoger el camino más directo y corto. Después un software predice todos los detalles de la ruta.
El sistema de free routing podrá predecir con mucha más antelación potenciales “conflictos” de distancia en las rutas.
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¿Cómo funciona el free routing?
La adopción de la libre elección de rutas implica un cambio de perspectiva, un paso de un control del tráfico áereo “reactivo” hacia uno más estratégico.
El nuevo sistema puede dar información sobre dónde exactamente va a estar el tráfico aéreo en cualquier momento, en lugar de indicar dónde está ahora mismo, explicó Gonzalo Martín, líder del equipo de ingenieros de la compañía Indra.
Para el 2017 será obligatorio que todos los aviones en Europa estén equipados con navegación satelital, de manera que los pilotos puedan determinar su posición exacta en todo momento.
La tecnología detrás del free routing permitirá diseñar la trayectoria de un vuelo con precisión, permitiendo que los aviones puedan volar con seguridad más cerca los unos de los otros.
El free routing es un cambio inminente en la industria de la aviación.
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A la vez, la tecnología podrá predecir con mucha más antelación potenciales “conflictos” de distancia en las rutas, reduciendo mucho el margen de error humano.
El sistema podrá avisar a un controlador de un conflicto con horas de antelación y podrá ofrecer rutas alternativas en las que las trayectorias no se crucen, modificando la altitud, la dirección o la velocidad.
En la práctica le ofrece a los controladores una manera de ver el futuro y le da nuevos poderes de predicción, le dijo a la BBC Wolfgang Schuster, investigador de gestión de tráfico aéreo del Imperial College de Londres.
Los aviones también compartirán más datos entre ellos, no sólo con los centros de control en tierra, comunicándose con otras aeronaves en la “vecindad”.
Este desarrollo es similar al que se ha propuesto en tierra firme para los autos sin conductor del futuro: se entiende que la comunicación entre vehículos hará más segura la conducción.
¿Hay riesgos?
Pero es natural preguntarse si el hecho de que los pilotos puedan escoger sus propias rutas no aumenta el riesgo de colisión.
Los investigadores dicen que la libre elección de rutas creará espacios aéreos más seguros.
Pero la fexibilidad de trayectorias que ofrece el free routing también puede implicar un cierto grado de incertidumbre.
El sistema depende de datos específicos sobre ubicación en el tiempo y el espacio, pero el mal tiempo, por ejemplo, desde el hielo hasta las tormentas o un volcán que entra en erupción, no se puede predecir con antelación.
Wolfgang Schuster dice que en el Imperial College están trabajando en el desarrollo de herramientas, en forma de programas informáticos, que apoyen la toma de decisiones de los controladores aéreos y del sistema de gestión a bordo de los aviones.
El mal tiempo, desde el hielo hasta las tormentas o un volcán que entra en erupción, no se puede predecir exactamente con antelación.
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Según Schuster, la incertidumbre puede y debe ser supervisada, para evitar que la computadora avise con demasiada cautela de un conflicto potencial o, peor aún, no lo detecte.
Y a medida que la automatización juega un papel cada vez más importante en todos los aspectos de la planificación y el control de vuelos, quizás nos estemos acercando también a un futuro en el que los aviones no tengan piloto.