Desde que en la antigua Roma se cultivaban pepinos fuera de estación bajo una piedra transparente (una versión temprana del invernadero) para el emperador Tiberius, hemos estado tratando de manipular y adaptar a la madre naturaleza a nuestros deseos.Seguir a @tecnoycienciaEC !function(d,s,id){var js,fjs=d.getElementsByTagName(s)[0],p=/^http:/.test(d.location)?'http':'https';if(!d.getElementById(id)){js=d.createElement(s);js.id=id;js.src=p+'://platform.twitter.com/widgets.js';fjs.parentNode.insertBefore(js,fjs);}}(document, 'script', 'twitter-wjs');
Hemos aprendido incluso a cultivar plantas sin tierra, alimentándolas directamente con nutrientes minerales del agua e iluminándolas directamente.
La agricultura hidropónica –como se llama a este método– es una forma de producción alimenticia de nicho.
Sin embargo, ahora nuevas tecnologías están empezando a tomar fuerza. Y las están incluso poniendo a prueba en el espacio. Hay varias empresas que lo están probando.
De semiconductores a espinaca
En su fábrica en Aizu Wakamatsu, en el centro de Japón, la empresa Fujitsu está aplicando análisis de datos basados en la nube para la producción de lechugas y espinacas bajas en potasio.
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Múltiples sensores registran información del proceso de producción en Fujitsu. (Foto: Fujitsu)
La operación se lleva a cabo en una sala libre de polvo, usada anteriormente para la producción de semiconductores.
Su plataforma en la nube, Akisai, almacena y analiza información de numerosos sensores en los invernaderos, y permite que las unidades de calefacción, los ventiladores y otros equipos se controlen de forma remota.
“En términos de calidad, hemos aplicado la misma perspectiva industrial de la fabricación de semiconductores al cultivo de vegetales”, le explicó a la BBC un portavoz de Fujitsu.
Ventajas
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(Foto: Getty)
1) Como no necesita tierra, requiere menos espacio.
2) Es ideal para una zona urbana.
3) El rendimiento puede ser 10 veces superior al de la agricultura tradicional.
4) Se puede reciclar el agua que se usa.
5) Las granjas pueden estar en cualquier parte: en una torre o en un contenedor de barco.
6) Permite aislar la contaminación de los pesticidas.
7) Ahorra costos de transporte por ser producción local.
“Tener una estructura de control que mantiene las especificaciones para el producto –el peso y los nutrientes de la lechuga, por ejemplo– dentro de un rango definido, permite obtener productos de alto valor”.
Estas mejoras podrían alentar a más productores a entrar en el mercado, y a que “aumente el número de personas en las generaciones más jóvenes que se interesen por la agricultura”, añadió el portavoz.
Vegetales locales
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La start-up Alesca usa contenedores de barcos en desuso ara cultivar sus plantas. (Foto: Alesca)
En China, la startup Alesca está transformando contenedores de barco en desuso en minigranjas hidropónicas altamente automatizadas.
Las unidades requieren no más de dos horas de trabajo por semana, señala su fundador, Young Ha, ya que los programas se encargan de la mayor parte del mantenimiento.
“Decidimos empezar con un contenedor de barco porque es posible adquirir las condiciones óptimas para que crezca cada tipo de planta”, explica Ha.
Las minigranjas, asegura Ha, producen más rendimiento por metro cuadrado que cualquier otro método agrícola.
“Usamos las luces LED más eficientes y estamos creando mecanismos de automatización y programas para lograrlo”, indica.
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Cultivar vegetales con esta metodología permite tener una producción realmente local. (Foto: Getty)
“Nuestros sistemas de control escuchan y monitorean a las plantas a través de sensores y nos dicen cómo están creciendo, cuán sanas están, y si necesitamos ajustar el ambiente y los nutrientes automáticamente para generar condiciones de crecimiento más óptimas”.
Ha cree que los contenedores podrían brindar productos extremadamente locales a áreas urbanas densamente pobladas.
¿Negocio floreciente?
La firma Ibis World señala que los ingresos anuales de la industria hidropónica son de cerca de US$555 millones, con un crecimiento de un 3,3% anual.
Estos modestos ingresos se deben a que siempre ha sido difícil ampliar la producción, por su dependencia de la electricidad para sus sistemas operativos. También necesita bastante intervención humana.
Pero Nick Petrillo, analista de Ibis, cree que las tecnologías de automatización y los análisis basados en la nube pueden hacer crecer a esta industria.
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La agricultura hidropónica no requiere luz natural. (Foto: Getty)
Los controles que ahora se hacen manualmente, “podrían beneficiase de programas que automaticen el proceso”.
Esto podría ahorrar costos en mano de obra y hacer que los alimentos hidropónicos se tornen más atractivos comercialmente para los vendedores, a la par que contribuyan a alimentar a la población mundial que alcanzará los 9.600 millones para el 2050.
Máquina viviente
Hay quienes aún tienen planes más ambiciosos. La firma estadounidense Skyfam diseñó una granja vertical hidropónica de 160 metros de altura, que usará la energía del Sol como su principal fuente y la LED solo como respaldo.
Equipada con paneles fotovoltaicos y turbinas de viento en el techo para generar energía renovable, así como sistemas de filtración de agua en el subsuelo, la granja sería algo así como una máquina viviente, explica su cofundador Steve Lee.
“Al elevar la producción de comida a las alturas, la vegetación está más expuesta a la luz natural y al aire fresco, mientras que los niveles más bajos son espacios libres con sombra que puede disfrutar el público”, agrega.
Por el momento esto es solo un esquema, pero Lee piensa proponer su idea el próximo año a los gobiernos municipales.
Pero Carol Stimmel, fundadora de la firma de asesoría tecnológica ManifestMind advierte: “No todos los caminos conducen a un invernadero herméticamente sellado y completamente automático, incluso en economías avanzadas”.
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Las granjas verticales permiten aprovechar el espacio urbano. (Foto: Urban Skyfarm)
Los agricultores en muchos países no cuentan con suministros de electricidad confiables, infraestructura suficiente y mano de obra calificada, señala.
No obstante, concuerda con que las nuevas tecnologías pueden finalmente ayudar a la producción hidropónica a alcanzar escala industrial y así ayudar a alimentar al mundo.