Chile, El Mercurio/GDA
WASHINGTON. Pensar en la Luna como un satélite con volcanes puede ser sumamente ajeno para muchos en la actualidad, especialmente teniendo en cuenta que hasta hace pocas semanas, éste era una fenómeno que se pensaba había ocurrido por última vez hace miles de millones de años atrás.
Sin embargo, un nuevo estudio publicado por la NASA revela que estas explosiones volcánicas habrían estado más cerca de lo que pensábamos, incluso cuando los dinosaurios todavía caminaban por nuestro planeta, hace millones de años.
Según una nueva investigación, realizada gracias a la sonda espacial LRO (Lunar Reconnaissance Orbiter) y publicada en la revista Nature Geoscience, la lava habría estado presente en nuestro satélite incluso hace 100 millones de años atrás.
“Este hallazgo científico es del tipo que literalmente obligará a los geólogos a reescribir textos sobre la Luna”, señaló el científico encargado de LRO, John Keller, por medio de un comunicado.
Estos depósitos de lava fueron captados por primera vez por la misión Apollo 15, en la zona del satélite conocida como Ina. Un sector, que según científicos de la época se había formado producto de actividad volcánica entre 3,5 mil millones a mil millones de años atrás.
No obstante, los nuevos datos entregados por la sonda espacial LRO, por medio de imágenes captadas en 2009, reveló que Ina no era el único depósito de lava en el satélite, sino que existían al menos 70 estructuras similares en el lado de la Luna que da hacia la Tierra.
De estos depósitos, al menos tres podrían tener menos de 100 millones de años, mientras que Ina, en realidad, podría tener hasta 50 millones de años de edad, contrario a lo que se creía.
Estos nuevos datos fueron alcanzados gracias a una nueva técnica capaz de relacionar los tamaños de los cráteres con las edades de la Luna, según muestras de suelo tomadas durante las misiones Apolo y soviéticas al satélite.
Sin embargo, este no sería el fin de este estudio. Según expertos, estos hallazgos no solamente llamarían la atención por cambiar las fechas de la actividad volcánica de la Luna, sino que además porque podría entregar nuevas pistas en un futuro sobre la temperatura interior del satélite.