El escorbuto, enfermedad históricamente asociada con los marinos que realizaban largos viajes, está reapareciendo en Australia a causa de dietas poco variadas, según responsables de la salud.Seguir a @tecnoycienciaEC !function(d,s,id){var js,fjs=d.getElementsByTagName(s)[0],p=/^http:/.test(d.location)?'http':'https';if(!d.getElementById(id)){js=d.createElement(s);js.id=id;js.src=p+'://platform.twitter.com/widgets.js';fjs.parentNode.insertBefore(js,fjs);}}(document, 'script', 'twitter-wjs');
Causada por una deficiencia de vitamina C, era común y a menudo fatal para las personas privadas de frutas y legumbres frescas en aquellos viajes de un pasado remoto.
Hoy considerado una rareza, el escorbuto está reapareciendo de la mano de malos hábitos alimentarios, indicó Jenny Gunton, que dirige el Centro de Diabetes, Obesidad y Endocrinología del Instituto Westmead de Sídney. Detectó el mal tras atender a varios pacientes con heridas que no sanaban bien.“Cuando les pregunté acerca de su dieta, una persona me dijo que no comía nada o casi de fruta o verduras, mientras que el resto sí las consumía en cantidades apropiadas, pero las cocía excesivamente, lo cual destruye la vitamina C”, explicó. “Eso demuestra que alguien puede ingerir muchas calorías pero no recibir suficientes nutrientes”. El diagnóstico de escorbuto a 12 pacientes se basó en síntomas y exámenes de sangre. Todos se curaron con una simple ingesta de vitamina C.La carencia de vitamina C puede conducir a una formación deficiente del colágeno y tejidos conjuntivos, causando hematomas, encías sangrantes y manchas rojizas en la piel, dolor en las articulaciones y dificultad para cicatrizar.Entre los alimentos que evitan el escorbuto figuran entre otros naranjas, fresas, brócoli y pomelos, pero cocerlos excesivamente puede destruir sus nutrientes.Gunton, que publicó su investigación sobre la reaparición del escorbuto en la revista internacional Diabetic Medicine, advirtió que pacientes obesos o con exceso de peso también podían padecerlo.Su estudio asegura que no existe patrón social en la incidencia de la enfermedad y que pacientes con dietas pobres resultaron ser de orígenes socioeconómicos muy variados.“El cuerpo humano no puede sintetizar la vitamina C, por eso debemos ingerir alimentos que la contengan”, dijo la autora.Hoy en día las autoridades sanitarias no hacen tests de diagnóstico del escorbuto y Gunton aconseja a los médicos tomar en cuenta este problema potencial, especialmente en pacientes con diabetes.“Sobre todo sus pacientes presentan úlceras que no sanan, facilidad para tener moretones y encías sangrantes sin causa evidente”, señala.Informes anteriores sugieren que el problema no se limita a Australia y que fue detectado en otros países desarrollados como por ejemplo Gran Bretaña.
Fuente: AFP