WASHINGTON (EFE). El descubrimiento de herramientas prehistóricas encontradas a gran altitud en el Perú revela la capacidad humana para soportar climas extremos, un milenio antes de lo que se creía. Los resultados de esta investigación han sido publicados en la revista “Science”.
El equipo internacional liderado por Kurt Rademaker, de la Universidad de Maine (EE.UU.), ha descubierto en la cuenca Pucuncho, en el sur de los Andes peruanos a 4.355 metros sobre el nivel del mar, herramientas hechas de piedra de más de 12 mil años de antigüedad (pleistoceno tardío).
Este hallazgo cambia la idea sobre la adaptación humana en zonas con altitud elevada, ya que adelanta en casi un milenio la presencia de personas en asentamientos por encima de los 4 mil metros de altura. Además, sugiere que la adaptación a estos entornos podría haber sucedido más rápido o más temprano que lo que se suponía.
“Estudiar la adaptación humana a las condiciones extremas es importante para entender nuestra capacidad cultural y genética para sobrevivir”, asegura Rademaker.
Por los restos que han encontrado, los investigadores consideran que en este entorno pudieron establecerse pequeños grupos de cazadores-recolectores, aunque no está claro si por periodos determinados o durante todo el año.
Por otro lado, en el yacimiento de Cuncaicha, situado a 4.480 metros sobre el nivel del mar, el equipo encontró diversas herramientas, huesos de animales y raíces consumidas como alimento, señales de haber sido un lugar habitado.
“No sabemos si los pobladores vivían allí todo el año, pero creemos que no estuvieron allí solo para cazar durante unos días, y luego se marcharon”, opinó Sonia Zarrillo, de la Universidad de Calgary y coautora del estudio.
TEORÍAS DE ADAPTACIÓN
Las regiones en altitudes elevadas han sido menos estudiadas por los arqueólogos y todavía faltan estudios sobre cómo los humanos primitivos pudieron sobrevivir a la falta de oxígeno, alta radiación solar y temperaturas frías.Algunas teorías apuntan a que los humanos tuvieron que adaptarse genéticamente durante miles de años, como muestran las poblaciones andinas actuales (mayor capacidad pulmonar y mayores concentraciones de hemoglobina para superar la falta de oxígeno). Mientras otras consideran que tuvo que haber cambios ambientales, como el retroceso de los glaciares.
Los resultados del equipo de Rademaker son un desafío para la comunidad científica, pues los glaciares en esta región nunca alcanzaron la Cuenca de Pucuncho y nunca retrocedieron para crear una apertura que permitiera a los humanos emigrar por ahí, lo que sugiere que el cambio climático no fue necesario para una colonización exitosa.
Y, por otra parte, los artefactos en la Cuenca de Pucuncho sugieren que los humanos colonizaron altas altitudes tan solo 2.000 años después de su entrada inicial en América del Sur, lo que indica que aparentemente no hizo falta un largo periodo de adaptación humana.
Los investigadores indican que será necesario hacer más estudios arqueológicos y comparativos del genoma, para averiguar cuándo evolucionaron las adaptaciones genéticas identificadas en la población andina actual.