Un grupo de investigadores del Centro de Neurociencias de la Universidad de Coimbra (Portugal) ha desarrollado un estudio científico en animales, extrapolable a las personas, en el que asocian la demencia del Alzheimer con la producción irregular de óxido nítrico en el cerebro.Seguir a @tecnoycienciaEC !function(d,s,id){var js,fjs=d.getElementsByTagName(s)[0],p=/^http:/.test(d.location)?'http':'https';if(!d.getElementById(id)){js=d.createElement(s);js.id=id;js.src=p+'://platform.twitter.com/widgets.js';fjs.parentNode.insertBefore(js,fjs);}}(document, 'script', 'twitter-wjs');
Esta molécula hace de mensajero entre las neuronas, y una producción irregular provoca una falta de energía en el cerebro.
Según un comunicado de la Universidad de Coimbra, la investigación ha sido liderada por la científica lusa Ana Ledo, quien concluyó que en la enfermedad de Alzheimer la comunicación entre las neuronas presenta fallos provocados por la reducción de un mensajero químico especial -el óxido nítrico- que se mueve muy rápido entre las células.
De esta manera, el óxido nítrico presenta en enfermos de Alzheimer alteraciones muy diferentes de las registradas en personas que tienen un envejecimiento catalogado como normal.
Además de provocar problemas de comunicación entre las neuronas, también afecta a la capacidad de producción de energía en las células que soportan el funcionamiento normal del cerebro.
Para la científica, cuyas conclusiones fueron publicadas en la revista especializada “Neurobiology of Aging”, el óxido nítrico es una molécula muy simple -compuesta por dos átomos- y esencial en la formación de la memoria y del aprendizaje.
La producción irregular de óxido nítrico, junto con la generación de otras moléculas químicas con las que reacciona dicho compuesto, puede inducir a las alteraciones neuronales que desencadenan el Alzheimer.
El estudio también explica que en una primera fase de esta demencia, el óxido nítrico es producido en grandes cantidades en una zona del hipocampo para compensar los fallos de comunicación entre las neuronas.
A medida que avanza la enfermedad, se reduce la producción de óxido nítrico y este reacciona dentro las células y genera moléculas tóxicas.
Ana Ledo concluye que “un mejor conocimiento de los procesos bioquímicos, moleculares y celulares subyacentes al desarrollo del Alzheimer permitirá nuevas estrategias terapéuticas para frenar la progresión de esta demencia y, así, poder revertir sus síntomas”.
Fuente: EFE