Un reactor nuclear experimental, ubicado en la ciudad china de Hefei (este), consiguió alcanzar una temperatura del plasma de más de 100 millones de grados celsius, casi siete veces mayor a la del núcleo del Sol, nivel necesario para, en condiciones estables, conseguir la fusión del núcleo de los átomos.
El portal de noticias China.org.cn indicó que esta es la primera vez que este reactor de fusión termonuclear EAST (siglas en inglés de Tokamak Superconductor Experimental Avanzado), conocido como “sol artificial”, alcanza la citada temperatura.
Según el Instituto de Ciencia Física de Hefei, dependiente de la Academia de Ciencias de China (CASHIPS) y encargado del proyecto, este hecho “pone las bases para el desarrollo de energía nuclear limpia”, debido al uso del deuterio y del tritio, dos isótopos radioactivos que se hallan en grandes cantidades en los océanos.
La fusión nuclear tampoco produce ningún deshecho radioactivo, por lo que es “extremadamente beneficiosa para el medioambiente”, subrayó el portal chino.
Estos avances contribuirán a la construcción del Reactor Experimental Termonuclear Internacional (ITER, por sus siglas en inglés), un proyecto desarrollado en el sur de Francia y donde colaboran 35 países, entre ellos China, Estados Unidos y Rusia, así como la Unión Europea.
Durante el tiempo de elaboración del ITER, el EAST será uno de los pocos dispositivos en el mundo capaces de llevar a cabo experimentos relacionados con la fusión del núcleo atómico, según el CASHIPS.
La fusión es una reacción química que consiste en la unión de dos átomos para formar uno más grande liberando una enorme cantidad de energía en el proceso, más incluso que en la fisión que se realiza en las centrales nucleares, donde se rompen átomos grandes en partículas más pequeñas.
El objetivo tanto del instituto como del conjunto de la comunidad científica es imitar el proceso que se produce en las estrellas de forma natural, en aras de conseguir una fuente de energía limpia e inagotable.
Ya hace dos años, los científicos del CASHIPS consiguieron mantener estable la fusión del núcleo durante 102 segundos, un récord hasta la fecha, después de elevar la temperatura del hidrógeno hasta los 50 millones de grados celsius.
Tras ese aumento térmico, el hidrógeno pasó de gas a plasma, el cuarto estado de la materia (junto al sólido, líquido y gaseoso), en el que las partículas se mueven a tal velocidad y chocan con tanta virulencia que los electrones se separan de los núcleos de los átomos formando un conjunto ionizado.
El reto actual de la comunidad científica es el de prolongar lo máximo posible el tiempo de fusión de manera estable y controlada, un esfuerzo que podría llevar aún varios años o décadas, estiman los expertos.
(Fuente: EFE)
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