El canal de ciencia de Youtube Reactions pretende descubrir la química que se esconde en los procesos cotidianos explicando, por ejemplo, cómo hacer que la batería del smartphone dure más o incluso por qué nos encanta la pizza. Ahora, junto a la Sociedad Americana de Química, han elaborado un video en el que cuentan la ciencia que hay detrás de una de las bebidas más consumidas en todo el mundo: el whisky.Seguir a @tecnoycienciaEC !function(d,s,id){var js,fjs=d.getElementsByTagName(s)[0],p=/^http:/.test(d.location)?'http':'https';if(!d.getElementById(id)){js=d.createElement(s);js.id=id;js.src=p+'://platform.twitter.com/widgets.js';fjs.parentNode.insertBefore(js,fjs);}}(document, 'script', 'twitter-wjs');
Según esta pieza audiovisual, el sabor de esta bebida espirituosa o, mejor dicho, de los diferentes tipos que existen, depende de una serie de factores, incluyendo el tipo de granos empleados en su preparación, la técnica de destilación y, sobre todo, el envejecimiento de la bebida.
El cereal usado durante el proceso de fermentación define el tipo de whisky que resultará. El escocés, por ejemplo, se basa en la cebada malteada, mientras que el bourbon debe hacerse con al menos un 51% de maíz, y el whisky de centeno se compone, como dice su nombre, principalmente de este grano.
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Lo que realmente hace al whisky único tiene lugar después de la fermentación, dicen los expertos. Tras este proceso, el whisky solo contiene entre 5% y 10% de alcohol. La destilación ayuda a separar el agua, el etanol y el metanol en base a sus puntos de ebullición. Con la destilación, los fabricantes de whisky pueden elevar el porcentaje de etanol, conservando los sabores que deseen. Esto es posible porque el metanol (que es venenoso) hierve primero, a 65° C. El etanol viene después, a unos 80°. Este método permite que los licores alcancen un porcentaje de etanol mucho más alto que la cerveza o el vino.
Pero, dependiendo del tipo de whisky que se está haciendo, se utilizan diferentes tipos de alambiques para optimizar el sabor mientras se envejece. Los destiladores están hechos de cobre, que puede eliminar algunos de los compuestos de mal sabor. Los químicos de etanol y el sabor se mueven a través de las cámaras y se condensan. Los cerveceros colocan el destilado en barriles, tostados o carbonizados en el interior, donde la bebida recoge las moléculas de sabor y desarrolla su esencia particular.
Fuente: N+1