Entrevista a Jodi Nelson, PhD en Medios de Comunicación y Películas de la Universidad de Sussex (Inglaterra).Seguir a @tecnoycienciaEC !function(d,s,id){var js,fjs=d.getElementsByTagName(s)[0],p=/^http:/.test(d.location)?'http':'https';if(!d.getElementById(id)){js=d.createElement(s);js.id=id;js.src=p+'://platform.twitter.com/widgets.js';fjs.parentNode.insertBefore(js,fjs);}}(document, 'script', 'twitter-wjs');
Redactar con claridad, generar presentaciones de impacto y colaborar en proyectos con personas que no conocen. Esas son las lecciones que dejó Jodi Nelson a los científicos peruanos durante un taller en Lima. Ella está convencida de que el investigador moderno debe tener también habilidades de un buen comunicador.
— ¿Por qué un científico debe saber comunicarse?
Uno de los principales objetivos de un investigador es diseminar a escala global su estudio. Si solo son capaces de publicarlo dentro de sus propios países, no podrán –en la mayoría de casos– republicarlo en una revista internacional. Eso quiere decir que los investigadores se ven limitados. En el curso que dictamos no solo aumentamos en el investigador sus habilidades y su confianza en el idioma inglés, sino también cómo colaborar con otros especialistas y hacer sus investigaciones más visibles. Es decir, el objetivo es darles confianza para ir fuera del país para estudiar, hablar en una conferencia y postular a financiamiento.
— ¿Cuál es el error más común que repiten?
Debido a la forma en que fueron instruidos, los científicos tienden a hablar mucho desde su propia perspectiva, desde su trabajo de investigación, sin tener en cuenta a la audiencia, que es la clave para que sus trabajos sean visibles. Creo que muchos proyectos se detienen no porque el investigador es pobre o poco eficiente, sino porque no se le entiende con claridad o no se comunica de una manera efectiva.
— ¿Cuál es la clave para conquistar al público?
Los puntos donde más debe esforzarse un efectivo investigador-comunicador son: informar, comprometer y persuadir. Estas tres cosas son las claves que necesitan para encontrar colaboradores, financiamiento y ser publicados.
— ¿Por qué muchos no logran esta conversión?
Hay una gran diferencia entre los investigadores que están en la rama de sociales y ciencia. Estos últimos son más analíticos, más individualistas y el tema de comunicaciones no es tan afín debido a la forma en la que han sido educados.
— ¿Qué tan buenos comunicadores ha encontrado en su paso por el Perú?
La mayoría de ellos [los científicos]tienen experiencia, han ido a conferencias y han publicado investigaciones, pero están luchando con el idioma inglés, con las habilidades necesarias para salir fuera del país. Pero están muy abiertos a nuevas ideas.
—¿El científico moderno debe salir de su zona de confort?
Los grupos que buscan financiar proyectos, la sociedad y el gobierno están esperando que los científicos realicen investigaciones que tengan un gran impacto. Eso significa que el investigador no solo debe ser inteligente, brillante y tener un increíble estudio, sino que debe aprender a pensar como un político, un ‘stakeholder’, un financiador y un comunicador.
— ¿Las redes sociales son fundamentales?
Muchos científicos tienen miedo de subir sus investigaciones en las redes sociales porque piensan que alguien podría robar esas ideas. También hay debate y negatividad en torno a publicar en esta clase de sitios. “Si publico en un blog, entonces no voy a poder publicar en una revista especializada”, opinan algunos. Pero los académicos tienen un punto de vista erróneo en términos de uso y valor de las redes sociales. El espacio online sirve para expresar la opinión académica, ampliar la influencia que un investigador puede tener, conectarse con otras personas influyentes en el campo, compartir conocimientos, crear asociaciones y hacerse más visible. Es decir, les da la oportunidad de estar en una posición para que las personas vayan a ellos. Esto es importante, ya que los científicos constantemente están buscando que lean sus publicaciones.