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SÍDNEY. Xavier Hames, un niño australiano de cuatro años, se ha vuelto el beneficiario del primer páncreas artificial que se coloca en el mundo, y que servirá para mejorar la vida de los diabéticos de todas las edades, informan hoy los medios locales.La operación se llevó a cabo ayer en el hospital Princess Margaret de Peth, la capital del estado de Australia Occidental, de acuerdo al medio ABC.
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Hames padece diabetes del tipo 1 y vivía con el peligro constante de sufrir hipoglucemia. Sin embargo, el nuevo mecanismo, parecido a un reproductor MP3, hace las funciones del páncreas al liberar insulina cuando es necesario. Se lleva en la cadera y está conectado con tubos al interior del cuerpo.
“El aparato reproduce la función biológica del páncreas para predecir los niveles bajos de glucosa y detener la administración de insulina”, señaló en un comunicado el departamento de Salud de Australia Occidental.
Asimismo, el páncreas artificial tiene la capacidad de interrumpir el flujo de glucosa hasta 30 minutos antes que ocurra una ataque hipoglucémico, según informa la Fundación de Investigación de Diabetes Juvenil (JDRF), organización que financió este gran proyecto.
Naomi Hames, madre del paciente, declaró que la operación tendrá un impacto importante en la vida de su hijo, a quien los padres tienen que vigilar con regularidad el nivel de glucosa.“Ofrece una mayor libertad en las comidas. Tiene solo cuatro años. No puedes parar a un niño cuando quiere más espaguetis o cuando asiste a un cumpleaños (...) También nos permitirá a nosotros un mayor control por la noche (...) Ningún padre quiere estar teniendo que levantarse cada hora, lo puede asegurar”, explicó la madre.El profesor Tim Jones, del hospital Princess Margaret, insistió en que “sirve para cualquier edad” y que la tecnología se volverá con el tiempo más barata y accesible.
El surtidor de insulina tiene una vida media de unos cuatro años y un coste de unos 10.000 dólares australianos (8 mil dólares estadounidenses aprox.).
Fuente: AGENCIAS