Una vacuna experimental puede inducir en ratones inmunidad a largo plazo contra el parásito que causa la enfermedad de Chagas, según un estudio publicado hoy en la revista PLOS Pathogens.
La enfermedad de Chagas, causada por el parásito Trypanosoma cruzi y que se transmite por los insectos en Latinoamérica, es una de las enfermedades tropicales más comunes y, hasta ahora, no existe una vacuna eficaz.
La fase aguda de esta enfermedad, que causa 12 mil muertes anuales, es elativamente suave, pero a esta sigue una fase crónica que es más peligrosa y durante la que los parásitos se asientan principalmente en el corazón y el estómago del individuo infectado.
Aproximadamente, un tercio de las personas infectadas (probablemente aquellas con un mayor número de parásitos crónicos) desarrolla graves dolencias cardíacas o complicaciones en el tracto digestivo muchos años después de la infección inicial.
Una vacuna ideal frente a la enfermedad de Chagas debería prevenir la infección en su conjunto, pero una que al menos prevenga las complicaciones durante la fase crónica (para lo que habría que mantener en niveles bajos el número de parásitos) podría eliminar las mayores complicaciones de la enfermedad.
Un equipo de la Universidad estadounidenses de Texas en Galveston ya había probado que una vacuna con tres proteínas del parásito lograba que los ratones mantuvieran un bajo número de parásitos durante la infección aguda y que no mostraran signos de inflación en los tejidos musculares.
En este nuevo estudio, los investigadores comprobaron si los ratones vacunados podían mantener la protección a largo plazo.Para ello, vacunaron a los roedores con una combinación de dos de las proteínas del Trypanosoma cruzi, llamadas TcG2 y TcG4, que se habían revelado como las más potentes para provocar una respuesta inmune de las células T y de los anticuerpos.
Las vacunas se les aplicaron en dos fases y, además, algunos ratones recibieron, tres meses después, un refuerzo de la inmunización.
Los investigadores comprobaron que cuando un ratón vacunado se infectaba cuatro meses después, este era capaz de mantener un número de parásitos dos o tres veces menor que los que no habían recibido la vacuna.
Además, aquellos que recibieron el refuerzo de la inmunización tenían una respuesta inmunitaria todavía más potente, de manera que la cantidad de parásitos era unas cinco veces más bajo que en los no vacunados.
La inmunidad inducida por la vacuna disminuía ligeramente seis meses después del refuerzo de la inmunización, pero aún así era suficiente para lograr un mayor control de los patógenos invasores, lo que “debería ser suficiente para romper el ciclo de transmisión del parásito y prevenir los síntomas de enfermedad crónica en los individuos vacunados”, señala el estudio.
Los científicos concluyeron que la vacuna proporcionaba una respuesta inmune de las células T a largo plazo frente al mal de Chagas y que el refuerzo de la inmunización “podría ser un estrategia eficaz para mantener o aumentar la inmunidad protectora inducida por la vacuna contra la infección por Trypanosoma cruzi y la enfermdad de Chagas”.
Los próximos pasos hacia los estudios clínicos en humanos, según sugieren los investigadores, incluyen la caracterización de la calidad y cantidad de inmunidad en la vacuna para individuos sin exposición previa al parásito.
Fuentes: EFE