Paleontólogos de la Universidad de Arizona han identificado los restos fósiles del cerebro de uno de los primeros depredadores conocidos en la historia. El ejemplar habría vivido al suroeste de China en el periodo Cámbrico inferior, hace 520 millones de años. Este descubrimiento ha sido publicado en la revista Nature.
La especie se llama 'Lyrarapax unguispinus', que en latín significa depredador con garra espinosa en forma de lira. Y pertenece a un grupo de animales acuáticos extintos conocidos como anomalocáridos, descubiertos a finales del siglo XIX.
Los estudios realizados al fósil determinaron la simplicidad del cerebro del depredador. Además, se comprobó una relación que los conecta en la actualidad con una especie de insectos llamados gusanos de terciopelo (onicóforos). Estos cuentan con patas cortas y articulaciones que terminan en un par de garras.
“Nuestro descubrimiento ayuda a esclarecer este debate. Resulta que el mayor depredador del Cámbrico tenía un cerebro que es mucho menos complejo que el de algunos de sus posibles presas y que parece sorprendentemente similar a un moderno grupo de animales como gusanos”, dijo el Dr. Strausfeld, coautor del estudio.
Otro de los factores que afirmarían la relación del Lyrarapax con esta especie de insectos es su similar neuroanatomía. Los Onicóforos tienen un cerebro sencillo situado en frente de la boca y un par de ganglios ubicados en la parte frontal del nervio óptico y en la base de sus largas antenas.
“Las similitudes de sus cerebros y otros atributos sugieren que los depredadores anomalocáridos podrían haber sido parientes muy lejanos de los gusanos de terciopelo de hoy”, concluyó Strausfeld.