NUEVA YORK (AP). El uso de edulcorantes artificiales puede establecer las condiciones para el desarrollo de la diabetes en algunas personas. Esto se debería a la forma en que sus cuerpos manejan el azúcar, según sugiere un estudio preliminar publicado en la revista Nature.
El trabajo sugiere que los edulcorantes cambian la composición de las bacterias normales y beneficiosas en el intestino. Eso parece obstaculizar la manera en que el cuerpo maneja el azúcar en la dieta, lo que a su vez puede dar lugar a niveles de azúcar más altos en la sangre. Esta alteración, llamada intolerancia a la glucosa, puede eventualmente conducir a la diabetes.
James Hill, experto en obesidad de la Universidad de Colorado, afimar que la ivenstigación está limitada. “No creo que haya suficientes datos aún para llegar a una conclusión definitiva acerca de los edulcorantes artificiales y la manera en que el cuerpo maneja el azúcar”, escribió en un correo electrónico.
Por otro lado, Yanina Pepino, de la Universidad de Washington en St. Louis, dijo que los resultados representan un argumento convincente de que los edulcorantes dificultan la manera en que el cuerpo maneja el azúcar al alterar la flora intestinal.
LA EXPERIMENTACIÓN
Los investigadores comenzaron probando en 20 ratones tres edulcorantes ampliamente utilizados: la sacarina, que se encuentra en productos como Sweet 'N Low; la sucralosa, que se vende como Splenda; y el aspartame, en marcas como NutraSweet.
Para obtener información preliminar sobre las personas, los investigadores recurrieron a 381 voluntarios no diabéticos que contestaron un cuestionario que calcula el consumo de edulcorantes artificiales. Los cuarenta participantes que más consumieron mostraron evidencias de niveles más altos de azúcar en la sangre que los 236 que no los consumieron.
En otra prueba preliminar, los investigadores dieron sacarina durante una semana a siete voluntarios saludables que normalmente no consumen edulcorantes. Cuatro mostraron una disminución en su capacidad para manejar el azúcar en el transcurso de la semana. La distribución de sus bacterias intestinales cambió notablemente durante la semana, mientras que la de los otros tres cambió poco.