WASHINGTON. La disminución de la población de abejas salvajes amenaza las cosechas de EE.UU., donde los campos de cultivo que precisan de estos insectos corren el riesgo de no ser polinizados este año, según un informe publicado por la revista “Proceedings of the National Academy of Sciences”.Seguir a @tecnoycienciaEC !function(d,s,id){var js,fjs=d.getElementsByTagName(s)[0],p=/^http:/.test(d.location)?'http':'https';if(!d.getElementById(id)){js=d.createElement(s);js.id=id;js.src=p+'://platform.twitter.com/widgets.js';fjs.parentNode.insertBefore(js,fjs);}}(document, 'script', 'twitter-wjs');
De los campos de cultivo dependientes de la polinización, el 39 % “sufrirá los desajustes entre el incremento de la demanda de polinización y la caída en el número de abejas salvajes”, señala el estudio, realizado por investigadores de la Universidad de Vermont.
Las abejas salvajes, según el informe, “están desapareciendo en varios condados que incluyen las principales tierras de cultivo del país”. Asimismo, su población ha disminuido en un 23% en el período comprendido entre el 2008 y el 2013, y aunque existen granjas de abejas criadas para polinizar, estas no satisfacen la demanda.
En el corto plazo, los agricultores verán incrementados los costes de producción y, en el medio-largo plazo, “se puede desestabilizar la producción agrícola de EE.UU.”, advierte el informe, que incluye mapas sobre las zonas afectadas.
“Este es el primer retrato espacial del estado de los polinizadores y de su impacto en EE.UU.”, explicó Insu Koh, líder del equipo investigador en la Universidad de Vermont.
El mapa identifica los puntos de conflicto, repartidos en 139 condados de todo Estados Unidos, y dedicados especialmente a cultivos de almendra, arándanos, manzanas y también calabazas.
Con esta información, “las agencias gubernamentales y las organizaciones privadas pueden centrar sus esfuerzos” y apoyar “una agricultura más sostenible y paisajes naturales”, defendió Rufus Isaacs, coautor del estudio.
Una de las principales causas de la desaparición de las abejas salvajes es precisamente el aumento de campos de cultivo, que supone la destrucción de su hábitat natural.
Los campos dependientes de la polinización de las abejas contribuyen a la economía estadounidense en más de 3.000 millones de dólares anuales, según un informe presidencial presentado por la Casa Blanca en junio del 2014.
El presidente de EE.UU., Barack Obama, solicitó, en ese mismo informe, un cálculo nacional de la contribución de los polinizadores salvajes y sus hábitats, llamada a la que responde este estudio.
Fuente: EFE