LONDRES. Las emisiones globales de dióxido de carbono (CO2) procedentes de combustibles fósiles pueden descender este año debido a la ralentización de la economía en China y al aumento del uso energías renovables en el gigante asiático, según un estudio publicado hoy en la revista “Nature Cimate Change”.Seguir a @tecnoycienciaEC !function(d,s,id){var js,fjs=d.getElementsByTagName(s)[0],p=/^http:/.test(d.location)?'http':'https';if(!d.getElementById(id)){js=d.createElement(s);js.id=id;js.src=p+'://platform.twitter.com/widgets.js';fjs.parentNode.insertBefore(js,fjs);}}(document, 'script', 'twitter-wjs');
Investigadores de la universidad británica de East Anglia estiman que las emisiones de CO2 pueden declinar un 0,6 % este año, un cambio de tendencia respecto al aumento cercano al 2,4 % anual que se ha registrado como media en la última década.
“China está haciendo enormes esfuerzos por solucionar su problema de contaminación, y su uso de energías renovables están creciendo muy rápido”, señaló Corinne Le Quéré, coautora del estudio, para quien la “inestabilidad económica” y el descenso del consumo de carbón en el país asiático han jugado un papel central en esa posible reducción de las emisiones de CO2.
Le Quéré considera que las predicciones son alentadoras, si bien alerta de que puede tratarse de una “anomalía”, en lugar del fin de una tendencia al aumento de las emisiones de CO2 -que comenzó con la revolución industrial y solo ha sufrido pausas en ciertos momentos, como en la caída de la Unión Soviética y la crisis económica del 2008. “El tiempo dirá si esta sorprendente interrupción en el aumento de las emisiones es transitorio o bien es el primer paso hacia la estabilización”, señala la experta.
Los resultados de este estudio son consistentes con otros análisis publicados este año por la Agencia de Evaluación Medioambiental de Holanda y la Agencia Internacional de la Energía (AIE) que apuntaban a una desaceleración del crecimiento de las emisiones de CO2 en el 2014.
El descenso de emisiones de CO2 proyectado para este año por los investigadores de East Anglia se basa en los datos disponibles sobre consumo de energía en China y Estados Unidos, así como en las previsiones de crecimiento económico en el resto del mundo. Cabe resaltar que en noviembre el gigante asiático modificó sus cifras oficiales para reflejar que ha consumido más carbón de lo que había estimado hasta entonces, una variación que ha recogido el estudio británico. “No tenemos la capacidad de comprobar los informes sobre energía de los países. Tenemos que confiar en ellos para saber qué tipo de carbón utilizan”, indicó Le Quéré.
La investigadora subrayó que espera que la Cumbre del Clima COP21 que se celebra estos días en París sirva para establecer mecanismos más “rigurosos y verificables” para cuantificar las emisiones de CO2 que pueden afectar al cambio climático. (Fuente: EFE)