Londres, (REUTERS). La ingesta de setas alucinógenas se remonta desde tiempo antiguos y se han relacionado con ritos religiosos y ocio. Estas pueden alterar profundamente la forma en la que percibimos el mundo, pero se sabe muy poco de cómo reacciona el cerebro frente a estos efectos.
Debido a esto, científicos han desarrollado estudios sobre los efectos de las sustancias psicodélicas en las setas alucinógenas, descubriendo que el cerebro humano al ingerir estas sustancias, presentan patrones de conducta similares a los que se producen cuando soñamos.
¿En qué se diferencia un cerebro dormido de un cerebro despierto? el doctor Tagliazucchi nos lo explica:
-
Para poder descifrar el enigma de cómo la mente se ve afectada por el consumo de estos hongos, el doctor Enzo Tagliazucchi dirigó un estudio en la universidad alemana de Göethe. La investigación consistía en examinar los efectos cerebrales de la psilocibina, el ingrediente psicodélico de las setas alucinógenas, utilizando datos de los escáneres cerebrales de los voluntarios a los que se había inyectado la droga.
“Una buena manera de entender cómo funciona el cerebro es perturbar el sistema de una manera notable y novedosa. Las drogas psicodélicas hacen precisamente esto, y son herramientas poderosas para explorar qué pasa en el cerebro cuando la conciencia se altera profundamente”, declaró Tagliazucchi.
El estudio consistió en analizar datos de imágenes cerebrales de 15 voluntarios que recibieron la psicolibina por vía intravenosa mientras estaban conectados a un escáner de imágenes de resonancia magnética funcional.
El equipo de Tagliazucchi descubrió que con psilocibina la actividad en la red del cerebro más primitiva, vinculada al pensamiento emocional, se hizo más pronunciada con otras partes de esta red, como el hipocampo y la corteza cingulada anterior. Este patrón es muy parecido a cuando soñamos.
Sin embargo, se observó que a su vez los voluntarios tenían una actividad más descoordinada en la red cerebral vinculada al pensamiento de alto nivel, como la autoconciencia.
“La gente a menudo describe tomar psilocibina como la producción de un estado de ensueño y nuestros hallazgos han, por primera vez, proporcionado una representación física de la experiencia del cerebro”, dijo Robin Carhart-Harris del departamento de medicina de la Universidad Imperial de Londres, que también trabajó en el estudio.
“Me fascinó ver similitudes entre el patrón de actividad cerebral en un estado psicodélico y durante el sueño, sobretodo porque ambos implican las áreas primitivas del cerebro relacionadas con las emociones y la memoria”, agregó Carhart-Harris.