Investigadores de la Universidad de Columbia (Nueva York, EE.UU.) estimaron la cantidad de agua que cae al interior de la Tierra cuando las placas tectónicas se sumergen una debajo de la otra, y, según sus datos publicados en Nature, es más del triple de lo que se creía hasta ahora. Los científicos llegaron a esta conclusión después de analizar los ruidos sísmicos naturales de la zona de subducción en la trinchera de las Marianas, un área propensa a terremotos donde la placa del Pacífico se desliza por debajo de la placa de Filipinas.
Se utilizaron datos recogidos por una red de sensores sísmicos ubicados alrededor de la Fosa de las Marianas central en el Océano Pacífico occidental. La parte más profunda de la zanja está a casi 11 kilómetros por debajo del nivel del mar, y los sensores detectan terremotos y los ecos de terremotos que suenan a través de la corteza terrestre como una campana. El equipo rastreó la rapidez con que viajaban esos temblores: una desaceleración en la velocidad indicaría fracturas llenas de agua en rocas y minerales “hidratados” que encierran agua dentro de sus cristales.
Para Donna Shillington, investigadora de geología y geofísica marina del Observatorio de la Tierra Lamont-Doherty de la universidad estadounidense, el hallazgo puede ayudar a entender el ciclo de aguas profundas de la Tierra. Según escribe, el agua debajo de la superficie de la Tierra puede contribuir al desarrollo del magma y puede lubricar las fallas, haciendo que los terremotos sean más probables. El agua se almacena en la estructura cristalina de los minerales y se incorpora a la corteza terrestre cuando se forman nuevas placas oceánicas muy calientes y cuando las mismas placas se doblan y agrietan a medida que se muelen debajo de sus vecinos. Este último proceso, llamado subducción, es la única forma en que el agua penetra profundamente en la corteza y el manto.
--- Agua que desaparece ---
Los investigadores observaron estas desaceleraciones en lo profundo de la corteza, a unos 30 km por debajo de la superficie: las mediciones de velocidad, temperaturas y presiones sirvieron para calcular que las zonas de subducción extraen 3.000 millones de teragramas de agua en la corteza cada millón de años (un teragramo son 1.000 millones de kilogramos). Aunque el agua de mar es pesada (un metro cúbico pesaría 1.024 kilogramos) la cantidad devorada por las zonas de subducción es alucinante.
Y eso plantea algunas preguntas como ¿qué pasa con toda esta agua succionada por la Tierra? El agua que cae debe subir, y generalmente lo hace en el contenido de las erupciones volcánicas. Según los investigadores, la nueva estimación de la cantidad de agua que baja es mayor que la estimación de la cantidad que emiten los volcanes, lo que significa que a los científicos les falta algo. No hay agua faltante en los océanos, cuenta Chen Cai, de la Universidad de Washington en San Luis (EE.UU.). Eso significa que la cantidad de agua arrastrada hacia abajo en la corteza y la cantidad que sale de nuevo debe ser aproximadamente igual. El hecho de que no lo sean sugiere que hay algo sobre cómo el agua se mueve a través del interior de la Tierra que los científicos aún no comprenden.
Fuente: N+1
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