Verano, para muchos sinónimo de Sol, piscina y playa. Pero también es una época peligrosa para los ojos. De acuerdo a un estudio de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA), las enfermedades oculares aumentan en un 25% durante esta época. Cabe preguntarse, ¿por qué ocurre esto y cómo uno puede protegerse?
-Protegerse del Sol-
“En verano hay más riesgo de contraer enfermedades, principalmente por el aumento de la radiación ultravioleta (UV), que genera que los ojos se irriten”, le dice a El Comercio Carlos Siverio, especialista de Oftálmica, Clínica de la Visión.
Senamhi estima los niveles de radiación UV en Lima en 14 puntos, lo que se considera extremadamente alto. Entre las 11:00 a.m. y 2:00 pm. es cuando se registra mayor radiación.
Según Siverio, los rayos UV incrementan el riesgo de presentar carnosidades en los ojos, degeneración macular y cataratas; es más, la Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que el 20% de los casos de ceguera causados por cataratas está asociado a la radiación ultravioleta.
Para cuidar la visión, el experto recomienda usar lentes oscuros condiseños envolventes y certificación de protección ultravioleta. Asimismo, señala que deben ser comprados en locales especializados y no en la calle o en las playas.
-Patógenos en el agua-
Otro problema ocular común en verano es la conjuntivitis. Esta infección se contrae -principalmente- cuando uno ingresa a piscinas que no han sido desinfectadas adecuadamente. Siverio indica que el mar también puede ser un foco de infección, pues hay playas que están contaminadas por desagües.
En estos casos, la recomendación es lavarse bien las manos antes de salir de casa y al regresar. Esta simple actividad reduce mucho el riesgo. Una persona que ya tiene conjuntivitis no puede compartir toallas u otros objetos personales.
-Uso responsable de los lentes de contacto-
Siverio advierte que en esta temporada se puede observar un comportamiento peligroso: el meterse al agua con los lentes de contacto puestos.
“Esto provoca que el agua sucia se acumule debajo del lente, y puede generar infecciones en la córnea -en la superficie del ojo-, que son muy severas”, asegura. “Por eso es recomendable que nunca usen lentes de contacto cuando están en las piscinas o en el mar”, agrega.
-Cuidado en Año Nuevo-
Pero no todo el riesgo está en el Sol o el agua. Durante Año Nuevo, el uso de fuegos artificiales puede comprometer a la visión.Esto ocurre principalmente en dos formas.
La primera -acota Siverio- es cuando el pirotécnico impacta directamente al ojo, causando heridas abiertas, por las cuales puede salirse el contenido del ojo.
“En estos casos hay que ir inmediatamente al hospital más cercano para que le den los primeros auxilios y lo vea un especialista. Es importante que si ocurre este tipo de accidente uno no debe tocarse el ojo. Si uno se frota los ojos en esta situación va a empeorar el pronóstico, porque el contenido del ojo puede salir”, enfatiza el experto.
La otra manera en que los fuegos artificiales pueden comprometer a los ojos es con una quemadura directa; por ejemplo, ocasionada por chispas que llegan al ojo. Este tipo de heridas causan reducción de la visión, en algunos casos de forma permanentemente.
La principal recomendación es no adquirir pirotécnicos de lugares no autorizados. Además, contar con la supervisión de un adulto al momento de encenderlo.
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