Caminaban por el territorio de Australia al mismo tiempo que los mamuts y el hombre de Neandertal habitaban Europa. Y lo hacían pisando con un pie primero y el otro después.
Ésta es la conclusión de un nuevo estudio sobre el estenurino, el antepasado de los actuales canguros cuyo cuerpo era tres veces más grande.
A diferencia de los canguros de hoy que sólo pueden saltar o movilizarse en cuatro patas, los científicos creen que este marsupial con aspecto de conejo gigante era incapaz de saltar y caminaba en dos patas.
El estudio, publicado en la revista “Plos One”, hace una comparación detallada entre el tamaño y la forma de los huesos de los canguros y los estenurinos, que se extinguieron hace 30.000 años.
Otra dieta, otra forma de andar
La familia extinta tenía una variedad de tamaños: desde animales pequeños de hasta un metro de alto hasta el enorme Procoptodon goliah de 2 metros y 240 kilos, un peso superior al de un león macho.
Comparados con un canguro actual, eran mucho más fornidos, con una trompa más corta y un solo dedo en la pata trasera en vez de cuatro.
No se alimentaban de grama sino que utilizaban sus miembros delanteros para buscar comida en árboles y arbustos.
“Sabíamos que la dieta del estenurino era diferente”, explica Christine Janis, paleontóloga de la Universidad Brown, en Estados Unidos, y autora principal del estudio. “Pero no se pensaba que podían emplear otra forma de locomoción”, añade.
La idea de un canguro gigante que caminase se le ocurrió a Janis hace 10 años, cuando miraba los huesos de un canguro en un museo de Sídney. “Pensé: a ver, un minuto... esto se ve raro”, le dijo a la BBC.
Otros investigadores pensaban que para estas bestias hubiese sido imposible caminar en cuatro patas, debido a la debilidad de sus miembros delanteros.
Así, ante la falta de una explicación que diera cuenta de su lento desplazamiento, Janis se preguntó si era posible que se movilizasen saltando a todas partes.
Luego de una serie de visitas a varios museos australianos, en los que tomó medidas de cerca de 80 especímenes extintos y de cerca de 70 actuales, Janis llegó a la conclusión de que estos animales tendrían que haberse trasladado de una manera totalmente distintas.
“Tenían una anatomía consistente con la hipótesis de que caminaban en dos pies”, explica la investigadora.
¿Cuándo empezaron a hacerlo?
Janis y sus colegas creen que los primeros estenurinos, que eran más pequeños, comenzaron probablemente a caminar distancias cortas, a paso lento, en sus patas traseras, como alternativa a la caminata en cuatro patas.
Luego, al evolucionar y tornarse más grande y más fornidos, fueron utilizando esta forma de caminar en distancias más largas hasta perder la capacidad de saltar.
Siempre es un poco tentativo proponer una teoría sobre animales extintos, explica Janis, “pero toda la información encaja”.
En opinión de Vera Weisbecker, bióloga de la Universidad de Queensland, Australia, el estudio es muy convincente.
“La idea de que los estenurinos podrían haber sido demasiado grandes para saltar ha estado dando vueltas”, le dice a la BBC. Pero no se había pensado en que podían caminar, agrega.
“Es una propuesta muy inusual. Y están planteando un muy buen caso”, concluye Weisbecker.