Su imagen está por todas partes en el Mundial, en estadios, anuncios de TV y en miles de juguetes. La mascota oficial de Brasil 2014 se llama Fuleco, un nombre que combina las palabras “fútbol” y “ecología”.
Pero mientras Fuleco sigue generando ganancias para sus creadores, el animal en el que se inspira está amenazado de extinción, advirtieron científicos brasileños que piden a la FIFA hacer más por la conservación de la especie.
La mascota representa al armadillo de tres bandas de Brasil, 'Tolypeutes tricinctus', una especie que sólo puede hallarse en territorio brasileño, donde vive en el bosque seco conocido como Caatinga, en el noreste del país.
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A diferencia de otros armadillos, esta especie no está adaptada a la vida bajo tierra. Al verse amenazado, el animal conocido localmente como “tatu bola” se protege enrollando su caparazón flexible y convirtiéndose en una bola casi impenetrable.
Cuando el armadillo fue seleccionado como símbolo de la Copa, FIFA señaló que “como miembro de una especie vulnerable, la mascota oficial puede jugar un papel clave en la concientización sobre el medio ambiente”.
Pero la organización rectora del fútbol mundial puede hacer mucho más, según la bióloga Flavia Miranda, vicepresidenta del grupo sobre armadillos en la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, IUCN.
“FIFA no está colaborando con nada. Nunca nos apoyó. Se ha ganado mucho dinero con la mascota, pero es realmente triste que FIFA no haya revertido recursos en la conservación de la especie o del hábitat”.
Mil hectáreas por cada gol
Otros científicos, cinco de Brasil y uno de México, decidieron desafiar directamente a FIFA y al gobierno de Brasil. En un artículo en Biotropica, la revista internacional sobre biología tropical y conservación, escribieron:
“Como hinchas de fútbol y conservacionistas, desafiamos a FIFA y a Brasil a una meta ambiciosa: proteger mil hectáreas de Caatinga por cada gol marcado en el Mundial”.
Dado que el promedio de goles en Copas pasadas fue de unos 170, podría preservarse más de 170.000 hectáreas de acuerdo al artículo, que también pide la creación de nuevas áreas protegidas.
“Si no hacemos nada, este animal fantástico podría desaparecer”, dijo a BBC Mundo Enrico Bernard, zoólogo de la Universidad Federal de Pernambuco y uno de los autores del artículo publicado en abril.
“El fútbol es pasión y nos gustaría que la gente demostrara la misma pasión por la biodiversidad y su conservación”.
Gerardo Zeballos, investigador del Instituto de Ecología de la Universidad Autónoma de México, también firmó el artículo.
“Decidí participar dado que tanto el tatú como su hábitat están amenazados por actividades del hombre. Este caso representa una oportunidad para tratar de llamar la atención de los problemas de conservación de esta especie. Una oportunidad única”, dijo Zeballos a BBC Mundo.
“FIFA debería vincular al fútbol con los problemas del planeta”, señaló el científico mexicano.
Amenazas
Si bien el armadillo de tres bandas de Brasil fue calificado de “vulnerable” por la IUCN hace casi dos décadas, su situación actual es aún más desesperada.
“En la última evaluación de la lista brasileña de especies amenazadas el año pasado, el armadillo de tres bandas pasó de 'vulnerable' a 'en peligro' porque perdió cerca del 50% de su hábitat en los últimos 15 años (tres generaciones)”, explicó Miranda.
La Caatinga llegó a cubrir cerca de 845.000 km cuadrados, 11% del territorio brasileño, pero ha sido reducida a la mitad de su área original.
“La Caatinga sufre una gran deforestación por la extracción de leña para carbón”, dijo a BBC Mundo el biólogo Rodrigo Castro, director ejecutivo de la Asociación Caatinga, una ONG que ha trabajado durante más de una década por la protección del tatu bola.
“Por otra parte, la ganadería se está expandiendo, la población local está aumentando y una actividad vinculada a tradiciones culturales, la caza, es otro factor que ha contribuido a la reducción drástica de la especie”.
Se estima que más de 20 millones de personas, muchas en la pobreza, viven en la Caatinga.
Enrico Bernard señala que este ecosistema es de los menos conocidos y menos protegidos de todo Brasil: sólo uno por ciento del área original se encuentra bajo protección legal.
Reacción de la FIFA
FIFA no ha respondido al desafío en la revista Biotropica, pero en un comunicado enviado a la BBC afirma que la elección del armadillo como mascota “ha ayudado a aumentar la concientización en Brasil sobre el armadillo de tres bandas y su estatus de especie vulnerable”.
“De acuerdo a nuestro último sondeo en el mercado brasileño, Fuleco es conocido por el 95% de la población de Brasil”.
El organismo rector del fútbol mundial agrega que Fuleco es una parte importante de esfuerzos “relacionados en particular con el reciclaje y la reducción del impacto de residuos en el medio ambiente”.
FIFA reconoció que no tiene “una relación directa con una ONG”, pero destaca que uno los patrocinadores del Mundial, la fabricante de neumáticos Continental, hizo una donación a la Asociación Caatinga. Esta ONG confirmó a la BBC que recibió una donación puntual de Continental en julio de 2013 por un monto de 100.000 reales, aproximadamente US$44.000.
“Gol ambiental”
El Ministerio del Medio Ambiente de Brasil invitó a un grupo de más de 30 científicos el mes pasado, incluyendo a Flavia Miranda y Rodrigo Castro, a un encuentro de una semana en la reserva natural Serra das Almas, en el estado de Ceará, para elaborar conjuntamente un Plan de Acción Nacional para la Conservación del Armadillo de tres bandas de Brasil.
El plan, inicialmente por cinco años, es coordinado por el Instituto Chico Mendes, vinculado al Ministerio.
“Tendremos que trabajar duramente en la restauración de hábitats, creación de unidades de reservas naturales y principalmente el combate a la caza”, dijo Miranda, que será coordinadora ejecutiva del plan de conservación anunciado la semana pasada.
La iniciativa es un paso importante para Castro, quien cree positivo que el gobierno trabaje con científicos de diferentes universidades y ONG.
Pero aún permanece el desafío de transformar las metas anunciadas en acciones financiadas y efectivas en los próximos cinco años.
A menos de dos semanas de Brasil 2014, los científicos entrevistados por BBC Mundo aseguran que aún queda tiempo para asegurar que la Copa produzca su mejor resultado, un “gol ambiental”.
“El armadillo de tres bandas de Brasil dio vida a Fuleco, pero Fuleco no ha hecho casi nada por el armadillo de tres bandas. Esperamos que millones de personas que sigan el Mundial puedan apoyar proyectos de conservación y que la Copa tenga un impacto en el destino del tatu bola”, dijo Castro a BBC Mundo.
“Depende en gran medida de FIFA. Creemos que hasta el final del torneo aún puede cambiar su posición y entender que es la primera Copa que puede dejar un legado ambiental efectivo para la biodiversidad del país, ayudando a salvar a la mascota del Mundial de la extinción”.