¿Qué es lo que empuja a ganadores del Premio Nobel a vestir de manera estrafalaria para subir al escenario y premiar a los autores de una investigación de lo más descabellada? ¿Por qué cientos de personas colman desde hace 26 años el Teatro Sanders, de la Universidad de Harvard (EE.UU.), para lanzar –en uno de los momentos más recordados de la noche– avioncitos de papel a un hombre que porta un objetivo dibujado en el pecho?Seguir a @tecnoycienciaEC !function(d,s,id){var js,fjs=d.getElementsByTagName(s)[0],p=/^http:/.test(d.location)?'http':'https';if(!d.getElementById(id)){js=d.createElement(s);js.id=id;js.src=p+'://platform.twitter.com/widgets.js';fjs.parentNode.insertBefore(js,fjs);}}(document, 'script', 'twitter-wjs');
Se trata de la ceremonia de los premios Ig Nobel, más conocidos como los anti-Nobel, que distinguen las investigaciones improbables, increíbles, descabelladas y fuera de lo común. Para los organizadores –la revista “Anales de la investigación improbable”–, estos son premios que “primero hacen reír y después pensar”.
—Sin poliéster—
El premio que más llamó la atención fue el de la categoría Reproducción. El estudio ganador fue el de Ahmed Shafik. El ya fallecido egipcio se dio el trabajo de vestir a 75 ratas con pantalones hechos de poliéster, algodón y lana. ¿Qué es lo que buscaba? Determinar si el material tenía algún impacto en la actividad sexual de los animales. Los resultados de las investigaciones señalaron que el poliéster perjudicaba directamente el rendimiento sexual de estos animales.
—En sus zapatos—
En la categoría de Biología, hubo un empate entre dos estudios similares. Un ganador fue el británico Charles Foster, por pasar varios días en la naturaleza como si fuera un tejón, una nutria, un ciervo, un zorro y un pájaro. El otro ganador fue su compatriota, Thomas Thwaites, quien decidió tomarse unas vacaciones de la vida humana. Para ello, construyó unas prótesis que usó en sus extremidades y así pudo pasar varios días en las colinas junto con cabras, como si se tratara de una más.
En la categoría de Psicología, un grupo internacional de científicos descubrió que las personas mienten según su edad. Hallaron que los adolescentes mienten más que los adultos, quienes lo hacen un par de veces al día, y que mientras más mayores son, menos mienten. Los investigadores reconocen que los encuestados les pudieron haber mentido.
De manera irónica, Volks-wagen ganó el premio de Química “por resolver el problema de emisiones contaminantes de sus autos”. Esa empresa manipuló los resultados de los controles técnicos a sus vehículos, lo que generó un escándalo el año pasado.
Los ganadores reciben como un cheque por diez billones de dólares zimbabuenses. Esa moneda tenía un escaso valor por la hiperinflación en su país y ya no está en circulación.
—Otras investigaciones ganadoras—
Investigadores alemanes ganaron el premio de Medicina al hallar que si a una persona le pica un brazo y no se lo puede rascar, se alivia rascándose el brazo contrario mientras se mira en un espejo.
En Física ganaron los descubridores de que el color de los caballos es clave para su salud. Mientras los blancos sufren menos picaduras de tábanos, los oscuros tienen menor riesgo de cáncer de piel y de problemas de vista.
En Economía ganó un análisis de la personalidad de las piedras desde el márketing.