Entre todos son más de 9.000 especies: desde los más pequeños organismos hasta anémonas o pingüinos.
Estos son los protagonistas del más completo censo de vida marina antártica jamás realizado, que se publica esta semana.
Bajo el título “Atlas Biogeográfico del Océano Antártico”, el exhaustivo trabajo es el primero que se realiza en la zona desde 1969.
El libro tiene 66 capítulos, alrededor de 100 fotografías y 800 mapas, y está auspiciado por el Comité Científico de Investigación Antártica.
“Ha sido un enorme esfuerzo internacional y servirá como legado para el dedicado equipo de científicos que ha contribuido a su elaboración”, dijo Huw Griffiths, uno de los autores y editores del atlas, del departamento de Investigación Antártica Británica (BAS).
Según Griffiths, el libro puede atraer a “cualquiera persona interesada en los animales que viven en los confines de la Tierra”. En total, 147 científicos de 91 instituciones diferentes alrededor del mundo participaron en el censo, que tomó cuatro años de trabajo.
Sus autores esperan que la publicación aporte información para las políticas de conservación, como por ejemplo, el debate sobre si es necesario establecer áreas marinas de protección en franjas abiertas del océano Antártico.
Los datos del atlas incluyen la distribución de las diferentes especies, información sobre su genética y evolución, la interacción con el entorno físico y el impacto del cambio climático.
Los investigadores dicen que la compilación de todo el conocimiento puede ayudar a predecir cómo los hábitats y la distribución de especies importantes puede cambiar en el futuro.
“Esta es la primera vez que todos los registros de la biodiversidad marina única de la Antártica, desde los comienzos de la exploración antártica en los días del capitán Cook, han sido reunidos, analizados y mapeados por la comunidad científica”, dijo por su parte Claude De Broyer, editor jefe del libro y miembro del Instituto Real Belga de Ciencias Naturales.
De acuerdo con De Broyer, el nuevo atlas es una “base de datos accesible de información útil” para conservar la vida marina en el océano Antártico.