Japón comenzará el próximo mes un experimento para retirar con un cable electrodinámico los residuos espaciales que empiezan a acumularse en la órbita terrestre a niveles cada vez más peligrosos.
Para ello, la Agencia Japonesa de Exploración Espacial (JAXA) tiene previsto lanzar el próximo 28 de febrero un satélite diseñado para localizar trozos de basura espacial, resultado de la gran cantidad de objetos lanzados al espacio por diferentes países y organizaciones en las últimas décadas, y hacer que se desintegren.
La operación consiste en acoplar a estos desechos el cable, que es capaz de aprovechar el magnetismo de la tierra para generar arrastre y reducir progresivamente la velocidad a la que aún siguen orbitando los satélites obsoletos o las fases deshechables de los cohetes.
De este modo, los haría retornar en la atmósfera terrestre, donde se desintegrarían.
ANILLO DE DESECHOSLa compañía Nitto Seimo, famosa por fabricar redes de pesca de alta calidad, ha tardado casi 10 años en crear este cable, formado por tres finísimos hilos de aluminio de 0,1 milímetros de grosor cada uno, mediante el empleo de la maquinaria que utiliza para confeccionar el aparejo.
Actualmente se cree que unos 100 millones de piezas de basura espacial -desde satélites enteros a fragmentos metálicos o de pintura- giran a enorme velocidad principalmente en la órbita baja terrestre, a entre 700 y 1.000 kilómetros de altura. El impacto de uno de estos trozos, aunque sea muy pequeño, puede dañar gravemente un satélite operativo y generar más colisiones en cadena que podrían dejar sin funcionamiento redes enteras de telefonía móvil, televisión o de predicción meteorológica.
JAXA espera que el experimento suponga el primer método realmente exitoso para retirar estos residuos de manera activa y espera poder tenerlo plenamente operativo en 2019.