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La capital rusa amaneció con un manto de nieve de 14 centímetros de espesor, la mayor nevada del invierno que obligó a los servicios de limpieza a redoblar sus esfuerzos para retirar la nieve acumulada.
Por primera vez desde el comienzo del invierno, esta mañana tanto las pistas como las aceras de Moscú, incluido el centro y los alrededores del Kremlin, amanecieron cubiertas de una gruesa capa de nieve.
Los servicios municipales reaccionaron rápido y al mediodía ya habían limpiado las aceras de las principales calles de la ciudad, así como los caminos en los parques y otros lugares de recreo, con maquinas quitanieve y con grandes palas.
Por ello, la gran nevada no causó grandes atascos en el último día de las vacaciones navideñas en Rusia, justo cuando muchos moscovitas regresan de la dacha (casa de campo), de sus vacaciones en otros lugares del país o del extranjero.
Aunque la nieve cae de manera incesante desde ayer, las temperaturas han subido hasta los 13 grados bajo cero, por lo que se podían ver a niños jugando en los parques infantiles y lanzándose en trineo en los estanques helados que están en diversos lugares de la capital.
Los aficionados al esquí de fondo, algunos de la tercera edad, aprovecharon la nevada para desplazarse en trolebús o metro a los parques más grandes de la ciudad y hacer algo de ejercicio.
Según las previsiones, la nieve seguirá cayendo sobre la ciudad durante los próximos días, así que los barrenderos tendrán que madrugar mañana, lunes, para limpiar las aceras, ya que será la primera jornada de regreso al trabajo
Precisamente, se espera que mañana sea el día más frío desde que arrancara el invierno con temperaturas que rondarán los 20-25 grados bajo cero, lo que contrasta con un anormalmente cálido diciembre, cuando las temperaturas llegaron a alcanzar los 9 grados sobre cero.
Los servicios meteorológicos advirtieron que el martes una ventisca sacudirá la capital rusa.
Fuente: EFE